Se planea suministrar electricidad verde desde el espacio

SOLARIS: El ambicioso proyecto de la ESA para generar energía solar desde el espacio. Si de la agencia espacial europea depende, pronto podrás elegir electricidad verde desde… ¡El espacio!

La agencia espacial europea está desarrollando ambiciosos planes para instalar paneles solares en el espacio que puedan suministrar energía limpia ilimitada a la Tierra.

Desde la invasión rusa de ucrania, el coste de la energía fósil se ha disparado. Como consecuencia, la guerra ha provocado una crisis energética sin precedentes en toda Europa. Esto hace aún más urgente el cambio a la energía verde y renovable. Sin embargo, esto también tiene sus inconvenientes. Por ejemplo, el viento no siempre sopla y el sol no siempre brilla. Esa ha ideado ahora una solución para esto. Porque ¿y si instaláramos paneles solares no solo en los tejados de las casas, sino también en el espacio?

Proyecto SOLARIS

Este nuevo proyecto de esa, llamado SOLARIS, es un plan ambicioso. La idea que lo sustenta es generar energía solar allí donde está disponible de forma constante y abundante: en el espacio. El sistema de energía solar consta de varios satélites que se pondrán en órbita. Allí, sin que les afecten las condiciones meteorológicas locales ni la oscuridad, captarán la luz solar las 24 horas del día, la convertirán en energía y la enviarán de forma inalámbrica a la Tierra. 

De este modo, la ESA espera proporcionar un suministro de energía fiable, estable y limpio que pueda cortar de raíz posibles crisis energéticas futuras. Además, también reduce la dependencia de soluciones de almacenamiento a gran escala.

Satélite que captan la energía del sol y la transforma en electricidad
Un satélite futurista que genera energía solar desde el espacio y la transmite a la Tierra. La luz solar captada por un satélite de este tipo es diez veces más intensa que la que captan los paneles solares instalados en la Tierra. Y por eso deben elevarse satélites especiales. La ESA investiga ahora una parte importante de este proceso. Porque, ¿cómo convertir una gran cantidad de energía solar en una forma utilizable y transportarla después a la Tierra de la forma más eficiente posible? Imagen: ESA

Dos estudios

SOLARIS fue aprobado por el Consejo de la ESA el pasado mes de noviembre. El siguiente paso consiste ahora en realizar estudios en colaboración con la industria europea durante los próximos dos años y medio, para examinar los beneficios, los riesgos y las opciones de aplicación, entre otras cosas. El objetivo es determinar si es realmente factible generar energía solar desde el espacio para satisfacer las necesidades energéticas de los residentes terrestres. Y recientemente, la ESA firmó los contratos para dos estudios conceptuales paralelos. “Con los contratos se ha dado un paso importante”, declaró Sanjay Vijendran, jefe del equipo SOLARIS. Los estudios serán dirigidos por la consultora internacional de gestión Arthur D Little y el especialista europeo en satélites Thales Alenia Space Italia.

Una decisión meditada

Así pues, los próximos años estarán dedicados a la investigación. “Partimos de una hoja en blanco para diseñar un parque solar que funcione desde el espacio”, explica Vijendran. “Obtenemos ideas prometedoras de todas partes y aprovechamos los últimos avances”. Los estudios incluirán formas de transportar energía solar desde el espacio a la Tierra de forma segura y eficiente. Por supuesto, esto no puede hacerse con un cable extremadamente largo, así que debe transmitirse de forma inalámbrica. “Los estudios analizarán una gama de opciones lo más amplia posible”, explica Vijendran. “Pensemos desde la radiación de radiofrecuencia y el láser hasta simplemente reflejar la luz solar utilizando parques solares en tierra”.

Interés por parte de sectores energéticos

En los dos estudios también participan importantes actores del sector energético, como la eléctrica francesa ENGIE y la italiana ENEL. “Nos complace que formen parte del consorcio del estudio, lo que refleja el valor que el sector energético ya ve en esta oportunidad de futuro”, afirma Vijendran. “Es importante que impliquemos al sector energético en este desarrollo desde el principio y escuchemos sus necesidades, para saber desde el principio que estamos construyendo algo que se querrá y se utilizará”.

Por cierto, la ESA no es la única que trabaja en la energía derivada del espacio. En todo el mundo hay un interés creciente por este tema. El pasado mes de enero, por ejemplo, ya se lanzó el satélite demostrador de energía solar espacial del Instituto de Tecnología de California (Caltech) de Estados Unidos. Con este satélite, los investigadores quieren averiguar si es posible generar energía solar en el espacio y transmitirla después en forma de microondas a lugares de la Tierra. 

Japón y China también están en la carrera, con el objetivo de demostrar sus ideas en 2025 y 2028, respectivamente. Mientras tanto, el gobierno británico está en conversaciones con Arabia Saudí para suministrar electricidad libre de carbono desde el espacio a la futura megaciudad de Neom.

Desarrollos

Vijendran comprende este interés mundial. “Hay muchas razones fundamentales por las que la energía solar procedente del espacio es ahora mucho más factible y deseable que nunca”, afirma. “El coste de poner un satélite en órbita es mucho menor hoy en día, sobre todo gracias a la llegada de los lanzadores reutilizables. Además, debido a la producción en masa, también hay un precio mucho más bajo para el desarrollo del hardware de los satélites, pensemos por ejemplo en nuevas constelaciones como Starlink y OneWeb. También, estamos viendo tendencias significativas hacia diseños de satélites modulares y alimentados por energía solar”.

Clima neutro

En el caso de Europa, sin embargo, se trata de algo más que de seguir el ritmo de los avances tecnológicos. Por un lado, SOLARIS debería contribuir a alcanzar el objetivo europeo de neutralidad climática para 2050. “Será un gran reto conseguir la neutralidad climática en los próximos 25 años con las tecnologías actuales”, afirma Vijendran. “Sin embargo, las consecuencias de no hacerlo son enormes. Por eso es necesario seguir investigando soluciones alternativas que garanticen que seguiremos alcanzando este objetivo”.

Así pues, durante los próximos dos años y medio, la ESA estudiará todas las opciones y posibilidades, con el fin de averiguar si es posible instalar ingeniosos paneles solares en el espacio que puedan suministrar energía limpia ilimitada a la Tierra. De este modo se podrá avanzar en la transición energética y, con un poco de suerte, incluso mitigar los efectos del cambio climático. En última instancia, los resultados de ambos estudios deberían permitir a Europa tomar una decisión informada antes de 2025 sobre si el plan es realmente viable. Será entonces también cuando deberán cortarse los nudos de un programa de desarrollo posterior, que implicará la construcción de un prototipo para demostrar la mejor manera de transportar energía del espacio a la Tierra.

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