Preocupante: detectan bacterias multirresistentes en carne de supermercado

Investigadores alertan sobre bacterias multirresistentes en la carne de supermercado: ¿qué medidas tomar?

Hasta un 40 % de los productos cárnicos analizados contenían bacterias multirresistentes, entre ellas cepas de E. coli que pueden causar infecciones urinarias graves.

A veces las bacterias son insensibles no solo a un tipo de antibiótico, sino a muchos. Son las denominadas bacterias multirresistentes. Una infección con este tipo de bacterias es difícil de tratar, ya que los antibióticos utilizados habitualmente dejan de funcionar. Así que lo mejor es mantener alejadas a estas bacterias. Sin embargo, resulta bastante difícil. Los investigadores han descubierto que una serie de bacterias multirresistentes simplemente acechan en la carne de los supermercados.

El estudio

En su estudio, los investigadores analizaron 100 productos cárnicos (25 muestras de pollo, pavo, ternera y cerdo) seleccionados al azar en supermercados de la ciudad española de Oviedo en 2020. Hasta 40 de los 100 productos cárnicos examinados contenían cepas multirresistentes de la bacteria Escherichia coli, incluidas bacterias resistentes a varios antibióticos, como la penicilina, las cefalosporinas y el aztreonam. “Esto es preocupante”, explica la investigadora Azucena Mora Gutiérrez. “Estamos acostumbrados a luchar contra los patógenos ‘clásicos’ transmitidos por los alimentos, como la conocida bacteria de la salmonela. Sin embargo, las bacterias multirresistentes presentes en los alimentos también deberían considerarse patógenos potenciales”.

Más sobre Escherichia coli

E. coli no siempre causa daños. Esta bacteria se encuentra de forma natural en los intestinos y no causa problemas en ellos en circunstancias normales. Al mismo tiempo, sin embargo, es el patógeno más común de las infecciones del tracto urinario y también puede causar infecciones tanto dentro como fuera de los intestinos. Los niños pequeños, los ancianos, las mujeres embarazadas y las personas con baja inmunidad son especialmente susceptibles a la infección por E. coli, y para ellos las consecuencias pueden ser más graves. Según las investigaciones, E. coli fue responsable de 950 000 muertes en 2019.

Además, la mayoría (73 %) de los productos cárnicos analizados contenían niveles de E. coli dentro del límite de seguridad. Sin embargo, casi la mitad de ellos (49 %) albergaban bacterias E.coli multirresistentes y/o potencialmente patógenas, que pueden causar infecciones graves en los seres humanos. 

“La gran mayoría de los productos cárnicos que consumimos están dentro de los límites considerados seguros”, afirma Gutiérrez. “Pero lo que queríamos demostrar con este estudio es que sí que hay bacterias multirresistentes en nuestros alimentos. Por eso sería bueno que estos patógenos potenciales se controlaran mejor de forma periódica”.

Resistencia a los antibióticos

La insistencia de Gutiérrez en este punto es por una buena razón. “La resistencia a los antibióticos es un problema importante en todo el mundo que afecta gravemente a la salud humana”, explica. “Actualmente, las infecciones causadas por bacterias resistentes se cobran 700 000 vidas al año. Y se prevé que si no tomamos medidas, estas infecciones matarán hasta 10 millones de personas en 2050”. Por ello, la Organización Mundial de la Salud (OMS) declara que la resistencia a los antibióticos es una de las mayores amenazas para la salud pública.

Bacterias en alimentos

¿Cómo llegan las bacterias multirresistentes a la carne? “Estas bacterias pueden propagarse a través de la cadena alimentaria, desde los animales hasta las personas”, explica Gutiérrez. “Por ejemplo, pueden estar presentes en la flora intestinal del ganado (avícola). Pero también pueden llegar a la carne a través de ciertas operaciones en los mataderos. Incluso pueden estar presentes en las cocinas de los restaurantes. Y así es como luego llegan a los consumidores”.

Cuando los investigadores estudiaron por separado los productos cárnicos tomados del supermercado, descubrieron que las bacterias ESBL (bacterias portadoras de la enzima ESBL, que hace que las bacterias se vuelvan resistentes a la penicilina y a otros antibióticos de uso común) se encontraban en el 68 % de los productos de pavo estudiados, en el 56 % de los de pollo, en el 16 % de los de vacuno y en el 12 % de los de cerdo. Esto sugiere que las bacterias ESBL son, por tanto, más frecuentes en las aves de corral que en otros tipos de carne. 

Los investigadores sospechan que esto puede deberse a diferencias en la producción y el sacrificio. “Los periodos de cría más cortos dan lugar a más infecciones y más tratamientos”, explica Gutiérrez. “Esto a su vez conduce a una mayor selección de bacterias resistentes. Además, las aves de corral también pueden infectarse de distintas formas durante el sacrificio.”

Bacterias ExPEC

Además de la bacteria ESBL, se descubrió que el 27 % de los productos cárnicos albergaban Escherichia coli patógena extraintestinal (ExPEC para abreviar). Esta bacteria contiene genes que pueden causar enfermedades fuera del tracto gastrointestinal. La ExPEC también causa la gran mayoría de las infecciones del tracto urinario.

Bacterias con Gen Mcr-1

El 1 % de los productos cárnicos también contenían bacterias E. coli con el gen mcr-1. Y esto es preocupante. Y esto es preocupante. El gen mcr-1 protege a las bacterias de un antibiótico llamado colistina, que sirve como último recurso en la lucha contra las bacterias multirresistentes. Si este gen se extiende a esas bacterias multirresistentes, las infecciones causadas por estos patógenos ya no podrán combatirse.

¿Puede hacer daño?

Ahora, por supuesto, surge la pregunta de qué ocurre si comemos carne contaminada con bacterias multirresistentes. ¿Puede hacer daño? “No si se ha cocinado o frito adecuadamente”, subraya Gutiérrez. “Pero si las bacterias multirresistentes pasan a formar parte de nuestro organismo (se adquieren por el consumo de alimentos, pero también por el contacto cercano con mascotas portadoras de estas bacterias, por ejemplo), corremos el riesgo de que el tratamiento antibiótico no funcione si las bacterias causan una infección. Imaginemos una infección urinaria causada por bacterias de nuestro propio intestino. Por eso también es tan importante comprobar mejor la presencia de bacterias multirresistentes, independientemente de la fuente de origen. También es muy importante que todo el mundo se asegure de que no aumenta la propagación de bacterias resistentes y de que solo se utilizan antibióticos por prescripción médica. La resistencia a los antibióticos es un fenómeno natural en las bacterias. Pero los humanos han acelerado mucho el proceso por el uso inadecuado de antibióticos”.

En definitiva, los investigadores demuestran que se pueden encontrar bacterias potencialmente patógenas y multirresistentes hasta en el supermercado. Y no solo en España. “Lo que encontramos en los supermercados de nuestro país es, de hecho, frecuente en toda Europa”, subraya Gutiérrez. Para evitar que las bacterias multirresistentes se introduzcan en nuestro organismo, es importante manipular los alimentos de forma correcta. “Por ejemplo, no interrumpir la cadena de frío de la carne entre el supermercado y tu casa”, resume Gutiérrez. “Cocina bien la carne y guárdala adecuadamente en el frigorífico. Desinfecta los cuchillos usados, las tablas de cortar y otros utensilios de cocina que hayas utilizado para preparar la carne cruda para evitar la contaminación cruzada. Con estas medidas, evitarás cualquier riesgo”.

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