Descubren enorme reserva de carbono en río del Ártico

Científicos descubren depósitos de madera en el Ártico que almacenan carbono

Se ha descubierto que innumerables árboles caídos que bloquean el caudal del río Mackenzie almacenan en conjunto nada menos que 3,4 millones de toneladas de carbono. Pero ese carbono corre peligro de ser liberado por el calentamiento global.

Normalmente, los árboles muertos y caídos llegan al océano a través de los ríos. Sin embargo, a medida que el río se retuerce y gira, estos troncos de árboles pueden acumularse en el río y formar una obstrucción. Esto es exactamente lo que ocurrió en el río Mackenzie de Canadá. Una gran acumulación de troncos en una superficie de nada menos que 51 kilómetros cuadrados forma aquí la mayor obstrucción del mundo. Y ahora resulta que estos troncos almacenan juntos una enorme cantidad de carbono.

El estudio

Los científicos saben desde hace décadas que la madera a la deriva puede desplazarse por el Ártico, pero también que se atasca con regularidad. Sin embargo, hasta ahora apenas se habían estudiado estos depósitos de madera. Y, sin embargo, esto es muy importante, sobre todo teniendo en cuenta el cambio climático. “Es esencial estudiar esta madera para entender mejor el ciclo del carbono”, afirma la experta Virginia Ruiz-Villanueva, que no ha participado en la investigación. “Pero no solo eso. También permite conocer mejor cómo funcionan estos sistemas fluviales naturales y cómo los ríos dispersan la madera”.

Para ampliar nuestros conocimientos sobre este tipo de depósitos de madera, los investigadores decidieron estudiar la inmensa obstrucción del río Mackenzie. Para ello analizaron nítidas fotografías aéreas del delta del río, que es el tercero del mundo en extensión terrestre. 

A continuación, los investigadores pasaron tres semanas sobre el terreno, tomando muestras de la madera a la deriva y datándolas mediante radiocarbono. Seguidamente, el equipo calculó la cantidad de madera del bloque y la cantidad de carbono almacenada en él.

3,4 millones de toneladas

La investigación llegó a una conclusión sorprendente. Por ejemplo, el equipo descubrió que los troncos apilados almacenaban juntos unos 3,4 millones de toneladas de carbono. “Para ponerlo en perspectiva, eso equivale a las emisiones anuales de dos millones y medio de coches”, afirma la investigadora Alicia Sendrowski. “Así que se trata de una cantidad significativa de carbono”. Por cierto, los investigadores no descartan que la cantidad real sea aún mayor. Esto se debe a que es probable que haya muchos más troncos de árboles sumergidos bajo el agua, ocultos bajo la vegetación o incluso enterrados bajo tierra, lo que los hace invisibles en las fotografías aéreas estudiadas. Por ello, los investigadores estiman que la cantidad total de carbono almacenada en la madera del delta podría ser el doble.

Almacenamiento de carbono en árboles muertos

Además, los investigadores se preguntaron cuánto tiempo llevan los troncos atascados. Esto es importante para averiguar a qué velocidad se mueve el material. La datación por carbono reveló que muchos de los árboles habían visto la luz alrededor de 1950 o después. Pero algunos eran mucho más antiguos. El más antiguo databa incluso del año 700 d. C. Esto significa que algunos troncos de árbol se han conservado en el Ártico durante siglos, almacenando así carbono durante mucho tiempo.

En resumen, el río Mackenzie es un verdadero punto caliente de almacenamiento de carbono, según los investigadores. Y no solo gracias a los troncos de árboles acumulados. 

“El delta del río también tiene suelos increíblemente ricos en carbono”, explica Sendrowski. “Así que el carbono almacenado en los troncos de los árboles representa en realidad una parte relativamente pequeña del almacenamiento total de carbono de todo el delta”.

El cambio climático

El hecho de que haya tanto carbono almacenado en el delta del río Mackenzie es una buena noticia en la actualidad. Sin embargo, los investigadores sostienen que gran parte de este carbono almacenado podría perderse si el cambio climático no cesa. Las condiciones frías y a menudo secas o heladas del Ártico hacen que los árboles puedan conservarse normalmente durante decenas de miles de años. Un árbol que cayó hace mil años puede incluso parecer tan fresco como uno que murió el invierno pasado. De este modo, el carbono permanece almacenado en el árbol. 

Pero los cambios en los patrones de precipitaciones y el calentamiento aún pueden permitir que la madera encuentre su camino hacia el océano. Además, la tala y la construcción de presas también pueden provocar la liberación de carbono. Esto significa que el recién descubierto sumidero de carbono del delta del río Mackenzie corre el riesgo de convertirse en una fuente de carbono. “Se trata de una cantidad importante de carbono”, afirma Sendrowski. “Así que teóricamente podríamos empezar a perder una cantidad importante de carbono almacenado”.

Gracias al estudio, poco a poco vamos haciéndonos una idea de cuánta madera a la deriva puede encontrarse en el Ártico, y de cuánto carbono podemos correr el riesgo de perder debido al cambio climático. Se trata de una fuente potencial de carbono de la que en realidad sabemos muy poco. Por ello, los investigadores no dejan descansar el tema. Por ejemplo, en el Ártico hay al menos una docena de deltas de más de 500 kilómetros cuadrados, lo que significa que aquí también pueden encontrarse muchos más depósitos y bloqueos de madera. “Ahora queremos buscar otros lugares donde se haya acumulado madera”, afirma Sendrowski. “Aquí todavía hay mucho que aprender”.

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