Consumo ocasional de alcohol no beneficia la salud, según estudio

La salud resulta no beneficiarse del vino ocasional después de todo. Incluso pequeñas cantidades de alcohol tienen efectos negativos para la salud, según investigación

Hay estudios que sugieren que las personas que beben alcohol con moderación viven más que las que no lo beben en absoluto. Pero quienes utilizan esos estudios para justificar su consumo moderado de alcohol están muy equivocados, según sugiere ahora una nueva investigación. Porque esos estudios son erróneos.

Así se recoge en la revista JAMA. Los investigadores basan su conclusión en una revisión y metaanálisis de 107 estudios de cohortes en los que participaron más de 4,8 millones de personas. En concreto, los investigadores analizaron la relación entre el consumo de alcohol y la mortalidad por cualquier causa, pero también tuvieron en cuenta otros factores que podían influir en la probabilidad de muerte, como, por ejemplo, la edad y el sexo de los sujetos. 

Los resultados son bastante aleccionadores. Por ejemplo, los investigadores no pudieron encontrar pruebas de que las personas que beben ocasionalmente (menos de 1,3 gramos de etanol al día, o aproximadamente 1 bebida a la semana, o las personas que consumen entre 1,3 y 24 gramos de etanol al día diariamente) tengan una tasa de mortalidad más baja que las personas que no beben nada de alcohol. Por lo tanto, los investigadores afirman que el consumo de pequeñas cantidades de alcohol no es beneficioso para la salud.

No es sorprendente

Y en el mismo estudio, además, revelan que consumir refrescos alcohólicos incluso en pequeñas cantidades tiene realmente un efecto adverso para la salud. “Incluso un consumo pequeño y moderado de alcohol puede tener efectos negativos para la salud”, concluye el investigador Jinhui Zhao. No le sorprende. “El principal ingrediente del alcohol es el etanol y este (junto con los productos metabólicos que produce) puede causar daños en el cuerpo humano”.

Investigaciones anteriores no son confiables 

Aunque los resultados no sorprenden a Zhao, sí pueden parecer sorprendentes para otros. De hecho, ya han aparecido estudios que sugieren que el consumo moderado de alcohol (de una copa a la semana a dos al día como máximo) podría ser beneficioso para la salud. De hecho, estos estudios (en su mayoría observacionales) revelaron que las personas que consumían alcohol con moderación tenían una tasa de mortalidad menor que las que no lo consumían. 

Esa conclusión, por supuesto, no concuerda con lo que sostienen ahora Zhao y sus colegas. Zhao sí cree poder explicar esta contradicción: los estudios anteriores eran defectuosos.

Es cierto que esos estudios anteriores también analizaban la relación entre el consumo de alcohol y la mortalidad por causas específicas o por todas las causas. Pero se cometieron errores al hacerlo, escriben Zhao y sus colegas. Por ejemplo, no se tuvieron suficientemente en cuenta otros factores (además del consumo de alcohol) que influían en la mortalidad. Además, a veces se clasificó mal a los bebedores.

Clasificación incorrecta

En su análisis, por ejemplo, los investigadores encontraron estudios en los que las personas que habían dejado de beber se clasificaban como no bebedores. Los investigadores afirman que, si bien esto puede ser correcto desde el punto de vista fáctico, no es del todo justo. Cuando una persona deja de beber, a menudo lo hace por problemas de salud. Debido a estos problemas de salud, los ex bebedores tienen una tasa de mortalidad mucho mayor que los abstemios. Añadir estos ex bebedores a los abstemios aumenta la tasa de mortalidad de este grupo y puede crear (injustamente) la imagen de que la abstemia es menos buena para la salud y se asocia a una tasa de mortalidad más alta que beber un poco de alcohol.

Otros factores

Además, los estudios anteriores que investigaban la relación entre el consumo de alcohol y el riesgo de mortalidad a menudo no tenían en cuenta otros factores (posiblemente además del consumo de alcohol) que pueden influir en el riesgo de mortalidad. Consideremos, por ejemplo, la edad, el sexo, los ingresos y el estilo de vida (incluida la dieta y el ejercicio).

Una desventaja, especialmente para las mujeres

Como ya se ha mencionado, el nuevo estudio no solo demuestra que el consumo moderado de alcohol no tiene efectos beneficiosos para la salud, sino que también ofrece más información sobre el punto a partir del cual el consumo de alcohol se vuelve perjudicial. En el caso de las mujeres, ese punto de inflexión se sitúa ya en los 25 gramos de etanol al día. En el caso de los hombres, sorprendentemente, es un poco más alto: en los 45 gramos de etanol al día. “Nuestro metaanálisis muestra que la tasa de mortalidad de las mujeres bebedoras es significativamente mayor que la de los hombres”, confirma Zhao. “No sabemos muy bien a qué se debe. Según algunos estudios publicados anteriormente sobre problemas de salud específicos y consumo de alcohol, es muy posible que las mujeres sean más propensas a sufrir problemas de salud inducidos por el alcohol, como inflamación hepática, enfermedades cardiovasculares, desmayos, resacas y algunos tipos de cáncer, como el de mama”.

Basándose en la investigación, Zhao da un consejo claro. “Los bebedores deben beber menos o dejar de beber. No hay ingredientes en el alcohol que puedan protegernos de las enfermedades e incluso un consumo moderado de alcohol puede ser perjudicial para las personas. Por tanto, tampoco hay que animar a la gente a empezar a beber con la esperanza de que les proporcione beneficios para la salud”.

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