Las bacterias de la piel influyen en la formación de arrugas

Las bacterias están relacionadas con la aparición de arrugas

Ciertas bacterias están relacionadas con la pérdida de colágeno, la proteína que hace que la piel joven tenga un aspecto terso. Una mejor comprensión del papel de estas bacterias en la formación de arrugas y flacidez cutánea podría conducir a nuevos tratamientos antienvejecimiento.

A partir de los 20 años, la piel va perdiendo elasticidad y firmeza, lo que provoca arrugas y flacidez. No está del todo claro por qué ocurre esto. Nuevas investigaciones sugieren que tiene que ver con los microorganismos de nuestro rostro.

La proteína colágeno actúa como un andamiaje para nuestra piel, haciendo que la piel joven tenga un aspecto terso. Pero la cantidad y calidad de la producción de colágeno disminuye a medida que envejecemos. La microbióloga Julia Oh, del Laboratorio Jackson de Connecticut, y sus colegas se preguntaron si el microbioma de la piel podría tener algo que ver con ello. Se trata del conjunto de organismos (bacterias, hongos y virus) que viven en la piel e interactúan entre sí.

Hábitos de higiene

“Nos interesaba investigar hasta qué punto difería el microbioma cutáneo en la piel envejecida, porque ya habíamos establecido que es una manifestación de factores genéticos y ambientales, como el estilo de vida, la etnia, la residencia geográfica, la exposición al sol, las características de la piel, los hábitos higiénicos, la salud general y la edad”, dice Oh.

Para averiguar más, los investigadores tomaron muestras de la parte externa de las mejillas de 51 mujeres blancas residentes en París. De estas voluntarias, 26 tenían entre 20 y 26 años. El resto tenía entre 54 y 60 años.

El equipo analizó las muestras mediante una técnica conocida como secuenciación de escopeta. Se trata de comparar el ADN encontrado con una base de datos de microorganismos para determinar las especies presentes en las mejillas de las voluntarias.

Tratamientos antienvejecimiento

Oh y sus colegas descubrieron que las cepas de las especies bacterianas Cutibacterium acnes y Staphylococcus epidermidis estaban asociadas a una disminución de los niveles de colágeno, medidos mediante luz infrarroja, en las voluntarias de entre 54 y 60 años.

Investigaciones anteriores sugieren que ciertas cepas de estos dos tipos de bacterias pueden desencadenar la inflamación de la piel, lo que también podría estar relacionado con los signos físicos del envejecimiento, señaló Oh. El Cutibacterium acnes, por ejemplo, se encuentra en el sebo, el aceite natural que mantiene la piel hidratada. Un exceso de sebo provoca inflamación.

Según Julie Thornton, de la Universidad de Bradford (Reino Unido), si se demuestra que determinadas cepas bacterianas influyen en los cambios físicos de la piel, estas especies podrían ser algún día el objetivo de tratamientos antienvejecimiento.

Aún no es del todo claro

Pero ahora no está claro si estas bacterias provocan una pérdida de colágeno, o si la pérdida de colágeno es realmente lo que provoca los cambios en el microbioma.

“Aún no sabemos”, dice Thornton. “Para responder a esta pregunta necesitamos más estudios moleculares, en los que se combinen células de distintas capas de la piel y distintos microbiomas en experimentos controlados”.

Los investigadores también descubrieron que el microbioma de la piel de los participantes de más edad contenía una mayor proporción de bacterias con genes resistentes a los antibióticos, en comparación con el microbioma de los voluntarios más jóvenes. Según Oh, es plausible que los antibióticos desempeñen un papel en el envejecimiento.

Antibióticos y bacterias 

A medida que envejecemos, estamos expuestos de forma acumulativa a muchos antibióticos, y las bacterias pueden adquirir genes de resistencia a los antibióticos del medio ambiente y entre sí. “Es cierto que el uso de antibióticos puede alterar las propiedades del microbioma, lo que a su vez puede tener efectos sobre el sistema inmunitario y la barrera cutánea”.

Artículo Anterior Artículo Siguiente

Formulario de contacto