Tomografía computarizada reconstruye el cerebro de un Spinosaurus

Reconstruyen el cerebro y oido interno de un Spinosaurus

No son en absoluto criaturas amistosas de contemplar, esos Spinosaurus con sus temibles cabezas. Gracias a las nuevas técnicas de escaneado, ahora podemos echar un vistazo al interior de sus cráneos.

Los científicos han reconstruido mediante tomografía computarizada el cerebro y el oído interno de dos Spinosaurus británicos. Los Spinosaurus eran criaturas bastante curiosas pero potencialmente mortales. Comían carne y pescado, caminaban sobre dos patas, tenían una cola enorme y estaban equipados con largas mandíbulas parecidas a las de los cocodrilos y dientes cónicos y puntiagudos. Con ellas, se atrincheraban en la orilla del río para acechar a sus presas, que nadaban desprevenidas. Su modo de vida era muy diferente del de los dinosaurios bípedos más conocidos, como el Allosaurus y el Tyrannosaurus.

Reconstrucción digital del cerebro

Para comprender mejor la evolución del cerebro y los sentidos de los Spinosaurus, un equipo de investigación británico-estadounidense analizó dos fósiles: uno se encontró en Surrey (Inglaterra) y es del género Baryonyx; el otro procede de la isla de Wight y es un Ceratosuchops. Se trata de los dos Spinosaurus más antiguos cuyo material cerebral ha sobrevivido. Estas enormes criaturas vagaban por la Tierra hace unos 125 millones de años. Sus cráneos fosilizados están bien conservados y, gracias a las últimas tomografías computarizadas, los científicos han podido reconstruir digitalmente los tejidos blandos de las cabezas de los dinosaurios, eliminados hace mucho tiempo.

¿Qué es un TAC?

Los TAC (abreviatura de tomografía computarizada) utilizan rayos X para crear una especie de imagen tridimensional del interior del cuerpo. El haz de rayos X es muy estrecho, lo que permite obtener una mejor sección transversal que con los rayos X ordinarios.

El bulbus olfactorius, o centro olfativo del cerebro que procesa los olores, no parecía estar especialmente desarrollado en los depredadores. El oído interno mostró que probablemente estaba sintonizado con sonidos de baja frecuencia. Las partes del cerebro implicadas en mantener la cabeza estable y centrarse en la presa estaban menos desarrolladas que en los Spinosaurus posteriores, más especializados.

Capturaban peces enormes

“A pesar de su notable fisiología, parece que el cerebro y los sentidos de estos primeros Spinosaurus tenían mucho en común con otros animales bípedos de gran cuerpo. La estructura del cerebro no demuestra que llevaran un estilo de vida semiacuático”, afirma Chris Barker, director de la investigación. Indica que los antepasados de los Spinosaurus ya tenían el cerebro y las adaptaciones sensoriales para capturar peces. Lo “único” que les quedaba para sentirse como un pez en el agua era desarrollar un hocico y unos dientes inusuales, parecidos a los de un cocodrilo.

“Dado que los cráneos de todos los Spinosaurus están tan especializados en la captura de peces, es sorprendente ver cerebros tan no especializados”, afirma el investigador Darren Naish. “Pero los resultados siguen siendo de gran valor. Es fascinante encontrar tanta información sobre las capacidades sensoriales (sobre el oído, el olfato, el equilibrio, etc.) de estas bestias prehistóricas británicas. Las tomografías computarizadas avanzadas han permitido extraer de los fósiles una gran cantidad de información sobre el cerebro de los dinosaurios”, afirma Naish.

Revolución en paleontología

“Este nuevo estudio es solo uno más de una larga serie de resultados en lo que supone una revolución en paleontología, gracias a los avances en los métodos de escaneado de fósiles por TAC”, afirma el investigador Lawrence M. Witmer, que lleva más de 25 años escaneando dinosaurios, incluido el Baryonyx. “Ahora podemos evaluar las capacidades cognitivas y sensoriales de animales extintos e investigar cómo evolucionaron los cerebros de dinosaurios extraños como el Spinosaurus, que mostraba un comportamiento extremo”, afirma Witmer.

“Los Spinosaurus se encuentran entre los dinosaurios más enigmáticos y las conclusiones de este estudio serán muy valiosas para lograr un mayor consenso sobre sus características biológicas y evolutivas”, se hace eco Witmer para concluir.

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