La idea de que las serpientes son sordas es desechada de una vez por todas

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Las investigaciones han demostrado que las serpientes no solo perciben las vibraciones del suelo, sino que también responden a los sonidos del aire, por lo que probablemente puedan oír tu voz.

Es una suposición popular que las serpientes no pueden oír nada. Y en sí misma, no es una idea tan descabellada. Al fin y al cabo, las serpientes no tienen un órgano auditivo externo como los mamíferos. “Como las serpientes no tienen orejas, la gente suele pensar que son sordas y que solo pueden percibir vibraciones”, dice la investigadora Christina Zdenek. “Pero en nuestro estudio descubrimos que las serpientes sí responden a las ondas sonoras que viajan por el aire”.

El estudio

En el estudio, los investigadores recogieron 19 especies distintas de serpientes criadas en cautividad, pertenecientes a cinco familias diferentes. Colocaron a las serpientes en una cámara insonorizada y les fueron reproduciendo, una a una, diferentes frecuencias sonoras. “Reprodujimos un sonido que provocaba vibraciones en el suelo y dos sonidos que solo viajaban por el aire”, explica Zdenek. “De esta forma, podíamos probar ambos tipos de ‘oído’; su oído táctil, en el que las serpientes utilizan sus escamas abdominales para percibir vibraciones, y su capacidad para oír sonidos que viajan solo por el aire, utilizando su oído interno”.

Audición en las serpientes 

Los hallazgos demuestran que las serpientes pueden oír más de lo que probablemente piensas. Por ejemplo, el estudio demostró que las serpientes no solo perciben las vibraciones del suelo, sino que también responden a los sonidos que viajan por el aire. “Posiblemente, también oigan voces humanas”, dice Zdenek.

Respuesta al sonido 

Por cierto, la respuesta dependía mucho del tipo de serpiente. “Solo la pitón woma tendía a moverse hacia el sonido”, dice Zdenek. “Pero las taipanes, las serpientes marrones y, sobre todo, las deathadders preferían evitar el sonido”. Además, las taipanes tendían a reaccionar de forma más defensiva y se mostraban más cautelosas cuando captaban un sonido.

Según Zdenek, estas diferentes respuestas son probablemente el resultado de millones de años de evolución encaminada a favorecer su supervivencia y reproducción. “Las pitones woma, por ejemplo, son grandes serpientes nocturnas”, explica Zdenek. “Tienen menos enemigos y, por tanto, también necesitan ser menos cuidadosas que las serpientes más pequeñas. Posiblemente por eso les asustan menos los sonidos que se acercan. En cambio, los taipanes deben tener más cuidado con ciertos depredadores, como los pájaros. Por eso sus sentidos parecen mucho más sensibles”.

Esto cambia nuestra visión

Los hallazgos, publicados en la revista PlOS ONE, ponen en entredicho la antigua suposición de que las serpientes son sordas y no podían oír a la gente hablar o gritar. El estudio despeja ahora cualquier duda al respecto. Además, los resultados también pueden cambiar nuestra visión de cómo responden las serpientes al sonido. Sin embargo, se necesitan más investigaciones para aclarar este punto. “En realidad sabemos muy poco sobre las serpientes y cómo interactúan con su hábitat”, afirma Zdenek. “Pero nuestra investigación demuestra que el sonido puede ser una parte importante de su repertorio sensorial”.

Los investigadores esperan ampliar nuestros conocimientos sobre las serpientes en estudios posteriores. Aunque estos reptiles no revelan sus secretos a la ligera. “Son animales muy frágiles y tímidos que suelen esconderse”, dice Zdenek. “Aún nos queda mucho por aprender sobre ellas”.

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