Una vaca con un smartwatch: será habitual en la granja del futuro

Las vacas de futuras granjas podrían usar smartwatchs para monitorearlas

Al menos, así lo prevén los científicos chinos. Y ya han desarrollado un prototipo de ese reloj inteligente para vacas, que además se alimenta de la propia vaca.

Naturalmente, un ganadero quiere saber cómo están sus vacas. ¿Están sanos? ¿Están en celo (o son fértiles)? ¿Proporciona el entorno a los animales todo lo que necesitan? ¿Cuánto ejercicio hace la vaca? ¿Y cuánta leche produce? Estas son solo algunas de las preguntas a las que un agricultor desearía tener fácil respuesta, como también sabe el profesor Zutao Zhang. “En una granja, vigilar el entorno y la salud del ganado puede contribuir a prevenir enfermedades y ayudar a los ganaderos a gestionar su rebaño de forma más eficiente”.

Un reloj inteligente

Pero, ¿cómo se puede controlar tanto el entorno como la propia vaca de forma adecuada y muy sencilla? A Zhang y sus colegas se les ocurrió algo al respecto. Han desarrollado un reloj inteligente para vacas, impulsado por sus movimientos. El informe se publica en la revista iScience. Los animales llevan el smartwatch en el tobillo y lo alimentan ellos mismos. Y lo hacen moviéndose. “Hay una enorme cantidad de energía cinética que podemos extraer de los movimientos del ganado”, afirma la investigadora Yajia Pan.

Se carga con movimientos 

Así, los movimientos de la vaca alimentan el smartwatch. Pero, ¿cómo funciona exactamente? Dentro del smartwatch hay un péndulo muy pequeño que gira cuando la vaca camina o corre, por ejemplo. Con la ayuda de imanes, los movimientos del péndulo inducidos por el movimiento de la vaca se magnifican, lo que permite aprovechar incluso los movimientos más pequeños de la vaca para generar energía. “La energía de rotación del péndulo se transmite entonces a un generador electromagnético, tras lo cual esta energía cinética se convierte en energía eléctrica”, explica Zhang.

Monitoreos 

El reloj inteligente, que en teoría nunca se quedará sin batería, podría utilizarse en el futuro para vigilar de cerca a la vaca y su entorno. “Piensa en la recogida en tiempo real de datos ambientales, como la concentración de oxígeno, la temperatura y humedad del aire, el ruido, el polvo, etc.”, dice Zhang. “Pero también puede controlar por vídeo cuándo come y bebe el ganado”. Además, el reloj inteligente puede saber dónde está la vaca, cuántos pasos da al día y con qué otras vacas se junta. “Además, gracias al smartwatch, se puede gestionar al detalle la salud de cada vaca, lo que reduce enormemente el riesgo de enfermedades”.

Los investigadores ven un papel importante para estos smartwatches en la granja del futuro. “Esto permitirá criar ganado de forma más eficiente y también gestionar el ganado de forma más eficiente. Y eso repercute positivamente en el sistema alimentario”.

Investigación de seguimiento

Sin embargo, antes de que las vacas reciban un smartwatch así, queda mucho trabajo por hacer. Por ejemplo, aunque ahora se ha demostrado que las vacas pueden suministrar energía al smartwatch a través de sus movimientos, la energía obtenida de los movimientos de la vaca aún debe aumentarse considerablemente, sobre todo teniendo en cuenta que a las vacas también les gusta descansar. Además, hay que integrar varios sistemas en el smartwatch. Así mismo del sistema que convierte los movimientos de la vaca en energía eléctrica, esto implica, por ejemplo, un sistema que pueda almacenar el exceso de energía para un momento posterior y sensores que puedan recoger información y enviarla a una red central para su análisis. “Desarrollar un sistema tan completo es todo un reto”, reconoce Zhang. Sobre todo porque, mientras tanto, el smartwatch no debe resultar demasiado pesado y grande; la vaca no debe verse entorpecida en absoluto por el smartwatch.

Así que aún queda trabajo por hacer. Pero, según Zhang, merece la pena aceptar ese reto. Y todo porque podría conducir en última instancia a que la cadena alimentaria (en la que las granjas desempeñan un papel importante) se gestione de forma más transparente e inteligente.

Y si finalmente los smartwatches no llegan a la granja, sin duda todo el trabajo no habrá sido en vano. Como resultado, las personas también podrían beneficiarse de un reloj inteligente impulsado por sus propios movimientos. Por ejemplo, los experimentos (en los que el smartwatch se sujetaba a las muñecas de las personas) demuestran que un ligero trote es suficiente para proporcionar al smartwatch la energía necesaria para tomar lecturas de temperatura. Según los investigadores, un reloj inteligente de este tipo, alimentado por los movimientos humanos, podría utilizarse para controlar el rendimiento deportivo o la salud de las personas. O incluso podría convertirnos en una red de sensores andantes e inalámbricos para que no se nos escape ningún cambio en nuestro entorno.

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