Más de una cuarta parte de las especies se extinguirán pronto: la coextinción es peor de lo que se creía

Más del cuarta parte de las especies de la tierra se extinguieran muy pronto

Nos encontramos en medio de la sexta gran ola de extinción de los últimos 550 millones de años. A finales del siglo XXI, alrededor del 27 % de todas las especies se habrán extinguido.

Esta sombría predicción procede de un nuevo y avanzado modelo informático desarrollado por científicos europeos y australianos y ejecutado en uno de los superordenadores más potentes de Europa. La supervivencia de grupos de organismos depende de un complejo sistema de variables, como el clima, el hábitat, la alimentación y las interacciones con otras especies vegetales y animales. Así, la extinción de una especie puede provocar que otras especies también mueran en masa. Este fenómeno, en el que puede producirse un efecto dominó de especies extinguidas, también se denomina coextinción.

Coextinción

Los investigadores de la Universidad de Helsinki y la Universidad Flinders de Australia realizaron numerosas simulaciones de la vida en la Tierra, con multitud de especies virtuales, cadenas tróficas y 15 000 redes alimentarias. Esto demostró que el destino de muchas especies animales y vegetales está aún más estrechamente ligado de lo esperado. Debido a la “extinción primaria” de especies por el cambio climático y la degradación y destrucción de la naturaleza y los hábitats, se prevé que alrededor del 10 % de todas las especies animales y vegetales de la Tierra desaparezcan en 2050. En 2100, esta cifra aumentará al 27 % o más. La cruda conclusión es que sin duda formamos parte de la sexta ola de extinción masiva de la historia de la vida en la Tierra, y la primera provocada por el hombre. También está claro que la biodiversidad mundial está en rápido declive. El principal objetivo de los investigadores con su estudio es concienciar y conseguir que los políticos actúen con nuevas políticas.

Mejores modelos

Los dos científicos explican que los modelos anteriores sobre el estado de la biodiversidad en lo que queda del siglo XXI eran menos precisos porque no incluían adecuadamente el efecto de las coextinciones, es decir, la extinción de especies dependientes de otras extinguidas recientemente. “Piense en una especie depredadora que pierde su presa a causa del cambio climático. La pérdida de la especie presa es una “extinción primaria” porque sucumbió independientemente de otras especies debido a graves alteraciones del hábitat. Pero si a un depredador no le queda nada que comer, también se extinguirá”, explica el profesor Corey Bradshaw.

“Por ejemplo, muchos insectos también son afectados, ya que pierden a sus anfitriones debido a la deforestación, o imaginemos que una planta en flor ya no puede contar con sus polinizadores porque hace demasiado calor. Los insectos perecen a causa del calentamiento global y la planta es víctima de la coextinción. ¿Qué le ocurre al herbívoro que obtiene sus nutrientes de esta planta? Cada especie depende de la otra de un modo u otro”, afirma.

Cascada

Hasta ahora era muy difícil tener en cuenta este efecto en cascada en las predicciones futuras, pero el nuevo modelo demuestra que las coextinciones afectan gravemente a la biodiversidad. “Dimos forma a un mundo virtual y pudimos realizar muchas simulaciones gracias a la potencia de cálculo sin precedentes de los superordenadores. De este modo, pudimos cartografiar el destino de miles de especies de todo el mundo y determinar la probabilidad y el efecto de los puntos de inflexión en el mundo real”, explica el investigador Giovanni Strona. “Programamos tres escenarios climáticos principales hasta 2050 y 2100. Estos muestran que en 2100 se produjeron hasta un 34 % más de extinciones, porque ahora se incluye el efecto de las redes alimentarias y la coextinción”.

En una vida

añade Bradshaw: “Este estudio es único porque también tiene en cuenta el efecto secundario sobre la biodiversidad. Los niños de hoy serán testigos en los próximos 70 años de la desaparición de miles y miles de especies vegetales y animales, desde las diminutas orquídeas y los insectos más pequeños hasta animales emblemáticos como el elefante y el koala… todo ello en una sola vida humana”, teme el profesor.

Hasta ahora hemos subestimado enormemente el verdadero impacto del cambio climático y la destrucción del hábitat sobre la diversidad de la vida en la Tierra. Sí, como humanidad, no cambiamos rápida y radicalmente el rumbo de nuestro clima, corremos el riesgo de perder para siempre gran parte de lo que sustenta la vida en nuestro planeta, advierte Bradshaw.

Artículo Anterior Artículo Siguiente

Formulario de contacto