Se producen más arcoíris debido al cambio climático

El cambio climático problca la aparición de más arcoíris

El calentamiento global nos está privando de todo: hielo marino, glaciares, especies animales (por nombrar algunas). Pero también obtenemos algo a cambio: más arcoíris.

Así lo sugiere un nuevo estudio, publicado en la revista Global Environmental Change. La investigación fue realizada, entre otros, por científicos de la Universidad de Hawái, una isla en la que se pueden admirar con frecuencia arcoíris especialmente brillantes. “Como residente en Hawái, agradezco que los hermosos y efímeros arcoíris formaran parte de mi vida cotidiana”, afirma la investigadora Kimberley Carlson. “Y me pregunté cómo podría afectar el cambio climático a la capacidad de observar el arcoíris”.

Agua y sol

La idea de que el cambio climático podría afectar a la frecuencia con la que actúa el arcoíris no es tan descabellada. Al fin y al cabo, el arcoíris se crea cuando las gotas de agua refractan la luz del sol. Esto significa que se necesitan dos cosas para un arcoíris: la luz del sol y la lluvia. La quema de combustibles fósiles calienta nuestra atmósfera, lo que a su vez afecta a los patrones de precipitación y a la nubosidad (es decir, el grado en que la luz solar consigue llegar a las gotas de agua).

Buscando Fotografías

Para averiguar cómo afecta el cambio climático al arcoíris, los científicos recurrieron a Flickr. Se trata de una plataforma de medios sociales en la que la gente puede subir sus fotos (acompañadas de información sobre dónde y cuándo se tomó esa foto). Allí buscaron específicamente imágenes de arcoíris. Y eso fue toda una tarea, dice la investigadora Amanda Wong. “Tuvimos que luchar entre imágenes de obras de arte del arcoíris, banderas del arcoíris, truchas del arcoíris, eucaliptos del arcoíris y comida del arcoíris para encontrar los verdaderos arcoíris”.

Modelo desarrollado

Sin embargo, al final resultó en una lista considerable de fotos de arcoíris, con cada arcoíris también se sabe cuándo y dónde fue fotografiado. A continuación, los investigadores utilizaron esos datos (junto con la información sobre las condiciones meteorológicas y el ángulo de incidencia de la luz solar en la superficie) para entrenar un modelo desarrollado para predecir dónde podrían producirse los arcoíris. Una vez que el modelo estaba suficientemente desarrollado para “predecir” los arcoíris fotografiados, los investigadores dieron un paso más. Usaron el modelo para predecir, en las condiciones actuales y en tres escenarios climáticos diferentes, cuántos arcoíris podrían producirse anualmente en todo el mundo.

Mayor formación de arcoíris 

Los resultados muestran que el lugar medio de la Tierra tiene actualmente unos 117 días en los que las condiciones son favorables para que se forme el arcoíris. De aquí a 2100, el cambio climático hará que ese número de días aumente entre un 4 % y un 4,9 % (el mayor porcentaje corresponde al escenario climático más extremo, o al escenario en el que se emiten más gases de efecto invernadero). “Nuestras proyecciones sugieren que, en todos los escenarios climáticos, el ser humano medio tendrá más oportunidades de ver el arcoíris en 2100 que en 2000”, afirman los investigadores.

Así, aunque globalmente se espera que se vean más arcoíris en el futuro debido al cambio climático, hay grandes diferencias de un sitio a otro. “Entre el 21 y el 34 % del país perderá días de lluvia y entre el 66 y el 79 % ganará días de lluvia”, escriben los investigadores en su documento de investigación. Especialmente en las latitudes y elevaciones más altas (donde se espera que el calentamiento provoque menos nieve y más lluvia) se espera que la gente se regocije con más arcoíris. En cambio, se espera que disminuya el número de arcoíris en las zonas con menos precipitaciones, como la región mediterránea.

Las islas son los mejores lugares para ver arcoíris  

El modelo confirma, además, que las islas (como Hawái) son los mejores sitios para ver el arcoíris. “Esto se debe a que los vientos marinos son empujados hacia arriba por las islas, creando chubascos localizados rodeados de cielos despejados, lo que permite que el sol produzca esos majestuosos arcoíris”. Y aunque la Tierra se calienta, se seguirán viendo muchos arcoíris en Hawái, por ejemplo, sugiere el modelo. El número de días en que las condiciones son favorables para la formación de arcoíris está incluso aumentando ligeramente en la isla.

Según los investigadores, es la primera vez que se investiga la frecuencia con la que se producen los arcoíris en todo el mundo y el impacto que el cambio climático puede tener en ellos. “A menudo estudiamos cómo el cambio climático afecta directamente a la salud y los medios de vida de las personas”, afirma el investigador Camilo Mora. Por ejemplo, se ha investigado mucho sobre la frecuencia de las olas de calor y cómo cambia esa frecuencia bajo la influencia de nuestras emisiones. Pero el arcoíris ha recibido hasta ahora poca atención. Ahora que está claro que algunas zonas de una Tierra más cálida perderán el arcoíris, mientras que otras lo ganarán, se puede empezar a estudiar el impacto que esto tendrá en las personas. Sin embargo, los investigadores dudan de que estos estudios de seguimiento lleven a conclusiones impactantes. “Dado que los probables cambios inducidos por el cambio climático en relación con la aparición del arcoíris se producen de forma muy gradual, es posible que la gente se adapte fácilmente o que ni siquiera se dé cuenta de que algo ha cambiado”.

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