Los violines producen realmente las llamadas notas fantasma

Los violines producen una nota fantasma

Cuando se tocan dos notas a la vez en un violín, se oye una misteriosa tercera nota. Este fenómeno se conoce desde hace cientos de años, pero ahora por fin sabemos por qué ocurre.

Durante mucho tiempo se pensó que un cierto tono inusual procedente de un violín solo se podía escuchar en nuestra cabeza. Se supuso que esto se debía a una anomalía en nuestro canal auditivo. Ahora resulta que el fenómeno es real. Y también: cuanto mayor sea la calidad del violín, mejor se escuchará este sonido.

En 1714, el violinista italiano Giuseppe Tartini ya lo descubrió: cuando tocaba dos notas al mismo tiempo, escuchaba un tercer sonido inesperado. Esta tercera nota se denominó posteriormente tono combinado, porque su frecuencia es una mezcla de las notas originales. A menudo esta frecuencia es la diferencia entre los dos tonos.

Durante mucho tiempo se creyó que estos tonos combinados se originaban completamente en nuestro oído. Esto se debe a que nuestra cóclea (una parte del oído interno) amplifica el sonido de una manera determinada antes de que las ondas sonoras lleguen a nuestro cerebro.

Notas dobles

El fisiólogo Giovanni Cecchi, de la Universidad de Florencia (Italia), y sus colegas querían investigar si los diferentes violines producen tonos combinados y cómo lo hacen. Para ello, hicieron que un violinista profesional tocara una serie de notas dobles fijas en cinco violines de diferente edad y calidad, tras lo cual los investigadores analizaron las grabaciones de sonido con un ordenador.

El físico del siglo XIX Hermann von Helmholtz ya demostró que algunos instrumentos podían producir tonos combinados por sí mismos. Inspirándose en su trabajo, Cecchi y sus colegas dividieron las ondas sonoras con diferentes frecuencias en grupos. Al hacerlo, vieron que todos los violines producían realmente tonos combinados.

Cuanto más viejo, mejor

En este estudio, los violines más antiguos produjeron los tonos combinados más fuertes. El violín más antiguo, fabricado en 1710 en Bolonia, producía un tono combinado un 75 % más fuerte que el de un instrumento moderno de fábrica.

Los investigadores también querían saber hasta qué punto los oyentes podían escuchar los tonos combinados. Para ello, utilizaron los tres violines de mayor calidad. A continuación, invitaron a un grupo de 11 músicos profesionales y aficionados a escuchar las grabaciones del violinista tocando las notas dobles. En algunas grabaciones, se han eliminado las notas de combinación.

Los oyentes podían oír la diferencia casi siempre: el sujeto de prueba menos preciso oyó el tono combinado el 93 % de las veces, la persona más precisa lo oyó siempre.

El investigador de instrumentos Jim Woodhouse, de la Universidad de Cambridge (Reino Unido), afirma que este experimento sugiere que los tonos combinados provienen de la forma en que vibra y se mezcla el aire dentro del violín. Cuando se toca una nota en un violín, no es solo la cuerda la que determina si el sonido es correcto. La forma del violín también es esencial. Esto se debe a que se fabrica con mucha más precisión en un instrumento de alta calidad.

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