Vida en Marte podría haberse matado asimismo. ¿Sucederá en la Tierra?

La vida me Marte podría haberse suicidando, la vida de Marte podría haberse matado sola, o a si misma

Durante décadas, los expertos han advertido de los impactos fatales del cambio climático en la Tierra. En un nuevo estudio, los astrocientíficos presentan una teoría que muestra cómo este fenómeno podría cambiar el planeta y acabar con la vida, utilizando Marte como ejemplo.

Actualmente, Marte es un planeta inhóspito y frío, con un entorno desértico y una atmósfera poco densa. Pero solía ser un planeta diferente, más amigable para los humanos. Hacía más calor y estaba más húmedo.

El entorno de los primeros tiempos de Marte, hace entre 3700 y 4100 millones de años, era probablemente favorable para permitir el desarrollo de organismos microbianos simples que se alimentaban de hidrógeno y dióxido de carbono y liberaban metano. Estos se llaman metanógenos.

Estos tipos de microbios son ahora comunes en la Tierra y viven en entornos extremos, como los respiraderos hidrotermales del fondo del océano.

En un estudio publicado en la revista Nature Astronomy, los científicos de la Universidad de Arizona proponen una teoría según la cual el modo de consumo de los metanógenos podría haber provocado la extinción de las formas de vida simples en el planeta rojo.

Los microbios en cuestión excretaban suficientes residuos de metano como para provocar un enfriamiento global.

Cómo se formó la bola de hielo cubierta de polvo

Los organismos metanógenos vivían en lagos marcianos o en rocas bajo la superficie marciana, donde estaban protegidos de los rayos cósmicos. Pero al consumir hidrógeno, el gas de la atmósfera se adelgazó y el clima se enfrió.

La temperatura de la superficie bajó casi 200 grados. Los científicos creen que los microbios podrían seguir creciendo durante algún tiempo si pudieran excavar más profundamente. Pero probablemente no podrían sobrevivir bajo la superficie.

¿Cómo han llegado los investigadores a esta teoría? El equipo internacional supone que el Marte primitivo era más cálido y húmedo hace cuatro mil millones de años, lo que proporcionaba a los microbios un amplio suministro de alimentos.

Los científicos crearon escenarios hipotéticos de ecosistemas marcianos utilizando modelos de la corteza, la atmósfera y el clima, así como un modelo de microbios secretores de metano.

“Nuestra hipótesis es que Marte podría haber sido un poco más frío que la Tierra, pero ni mucho menos tan frío como ahora, con temperaturas medias que muy probablemente estaban por encima del punto de congelación”, dijo el portal de televisión CBS citando a Regis Ferrière, profesor de biología evolutiva de la Universidad de Arizona.

“Mientras que el Marte actual es una bola de hielo cubierta de polvo, imaginamos que el Marte primitivo era un planeta rocoso con una corteza porosa, empapada de agua líquida que formaba lagos y ríos, y posiblemente mares u océanos”, explicó Ferrière.

El equipo científico generó un modelo de la corteza marciana con agua salada y gases atmosféricos que se filtran en el suelo. En un entorno así, los microbios podrían prosperar.

La vida que se congeló

El modelo demostró que sus prósperas poblaciones durante decenas de miles o cientos de miles de años podrían haber cambiado la atmósfera marciana hasta hacerla irreconocible. El Planeta Rojo experimentó un enfriamiento global.

Este cambio climático fue causado por el efecto invernadero. El hidrógeno y el dióxido de carbono trabajaban juntos para mantener el calor del planeta, pero cuando el metano sustituyó al hidrógeno, el calor empezó a escapar en mayor cantidad, el planeta se enfrió y la vida se congeló.

“Los microbios eran incapaces de enfrentarse a un entorno así. La atmósfera de Marte desapareció esencialmente, su fuente de energía desapareció. Además, la temperatura descendió considerablemente, por lo que los microbios tuvieron que adentrarse mucho más en la corteza. En este momento, es difícil decir cuánto tiempo pudo ser habitable Marte”, dijo Boris Sauterey, profesor de la Sorbona y autor principal del estudio.

En la Tierra, el efecto invernadero está detrás del calentamiento. A diferencia de Marte, la atmósfera de la Tierra está compuesta mayoritariamente por nitrógeno (78 %), y una parte menor (21 %) por oxígeno. Sus moléculas reaccionan entre sí de forma diferente a las de la atmósfera marciana. Cuando el metano se libera en la Tierra, atrapa el calor.

En la Tierra, el metano es el segundo gas de efecto invernadero más importante después del dióxido de carbono, una parte importante del cual es emitido por los seres humanos.

Sauterey generaliza a partir de los resultados del estudio, señalando que “la vida en el universo puede provocar su propia extinción”, algo que, según él, sugiere el estudio que dirigió. Los microbios no eran conscientes de su actividad suicida, pero los humanos sí deberían serlo.

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