Basura en marte: extraño material cuelga de las patas de ingenuity

El helicóptero ingenuity recogió basura con una de sus patas de aterrizaje en Marte

El helicóptero de Marte todavía tiene un misterioso trozo de basura colgando de su pata Las imágenes de las cámaras tomadas durante el último vuelo de ingenuity revelan que el helicóptero de Marte recogió (sin querer) algo de basura.

Estamos hablando de un pequeño trozo de basura que, en las imágenes en blanco y negro que tomó el helicóptero, sí parece un trozo de plástico. Las imágenes muestran cómo cuelga de una de las patas del helicóptero, para soltarse en algún punto a mitad de vuelo y volver a la superficie marciana.

Origen desconocido

Por el momento, no está claro de dónde procedía la basura, a la que la NASA se ha referido de forma muy experta como FOD (Foreign Object Debris). Un análisis del helicóptero muestra que funcionaba correctamente tanto durante como después del vuelo. Por lo tanto, no hay indicios de que el helicóptero sufriera daños y creara la propia camada.

Actualmente, se está investigando de dónde procede la basura, informa la NASA. Para ello, el equipo del helicóptero de Marte ingenuity está trabajando con el equipo del rover de Marte Perseverance. Este explorador de Marte viajó al planeta rojo con el ingenuity y sigue en las cercanías, por lo que también podría ser una fuente de la basura.

Manta térmica 

Por cierto, no es la primera vez que se encuentra basura en el planeta rojo. A principios de este año, por ejemplo, Perseverance tropezó con una pieza de su propia manta térmica. La lámina (que probablemente se desprendió cuando Perseverance aterrizó en Marte) estaba encajada entre la roca marciana, a unos dos kilómetros del lugar de aterrizaje.

Y el Orbitador de Gases Traza, que da vueltas alrededor de Marte, descubrió previamente el paracaídas de Perseverance y la mochila propulsora equipada con ocho motores, entre otras cosas, que habían sido arrojados a Marte. Esas piezas, cruciales durante su descenso a la superficie marciana, también están ahora acumulando polvo en esa misma superficie marciana.

Y no solo Perseverance deja bastante basura. Los anteriores exploradores de Marte también pueden hacer algo de eso. El Curiosity, por ejemplo, también detectó antes un trozo de lámina en la superficie marciana que debió desprenderse durante su propio aterrizaje.

Y el Opportunity se encontró antes con su propio escudo térmico, también utilizado durante su descenso a la superficie marciana.

Para los ingenieros, los restos que quedan tras el aterrizaje son bastante interesantes. Pueden analizarlos para determinar hasta qué punto, por ejemplo, el escudo térmico de Opportunity o la manta térmica de Perseverance resistieron el viaje a través de la atmósfera marciana. Y entonces podrán tomar medidas, cuando sea necesario, para garantizar que dichos componentes puedan soportar aún mejor el descenso hacia la superficie marciana, reduciendo así, de paso, las posibilidades de que los futuros aterrizajes de vehículos en Marte salgan mal.

Exploradores inactivos

Pero en Marte no solo hay restos creados durante los aterrizajes. Por ejemplo, el Curiosity también parece haber generado bastante basura mientras conducía por Marte; las fotos de las ruedas de este rover marciano revelaron la caída de agujeros en ellas, lo que significa que deben haber quedado trozos de esas ruedas a lo largo de la ruta recorrida. ¿Y qué pasa con los exploradores ahora inactivos, como el Viking 1 y 2 o el rover Spirit y el Schiaparelli que se rompieron en Marte? Estos también se han convertido en residuos.

Y si sumamos todas estas fuentes de residuos, ya habría más de 7000 kilos de basura artificial en Marte. Y eso no es precisamente algo de lo que estar orgulloso. Es más: esos residuos podrían estorbarnos en las (futuras) misiones a Marte. Los coches de Marte, por ejemplo, podrían teóricamente enredarse en él. Además, los residuos también podrían corroer o "contaminar" las muestras recogidas en Marte, dificultando su interpretación. Con todo, la propia NASA reconoce que esto es motivo suficiente para ser aún más conscientes, de cara a futuras misiones, del impacto que estas (y desde luego los residuos que traen) tendrán en el planeta rojo.

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