Una hormiga robot muestra como funciona la comunicación inteligente entre ellas

Una hormiga robot logra comunicarse con hormigas normales

Las hormigas se pasan información entre ellas de forma inteligente. Hasta ahora, se desconocía exactamente cómo ocurre esto. Una hormiga robótica lo ha dejado claro. 

Los científicos montaron un pequeño robot que les permitió comprender cómo las hormigas aprenden unas de otras. El robot es capaz de imitar tan bien el comportamiento de las hormigas que puede enseñar algo a otra hormiga y reproducir esta información.

Por ejemplo, las hormigas se dicen unas a otras que han encontrado un nido mejor mostrándoles el camino. La "hormiga aprendiz" encuentra entonces el camino de vuelta al antiguo nido por su propia voluntad y comparte la nueva información con las siguientes de su especie.

Los resultados del estudio, publicado en la revista Journal of Experimental Biology, muestran que los elementos más importantes de este proceso de aprendizaje en las hormigas se conocen ahora, gracias a la hormiga robot, que puede sustituir a la hormiga real que realiza el recorrido.

¿Qué nido es mejor?

La base del proceso de aprendizaje es caminar juntos hacia el nuevo nido, en el que una hormiga muestra suavemente a la otra el camino. El alumno aprende tan bien la ruta que puede encontrar el camino de vuelta al antiguo nido por sí mismo y luego atraer a una nueva hormiga para transmitir el mensaje, y así sucesivamente.

"El aprendizaje es muy importante en nuestras vidas. Pasamos mucho tiempo instruyendo a otros y aprendiendo cosas de los demás. Del mismo modo, cabe preguntarse si los animales pueden enseñarse cosas unos a otros. La primera especie que se enseña cosas de forma muy clara es la hormiga", afirma el profesor Nigel Franks, de la Facultad de Ciencias Biológicas de Bristol.

Los investigadores querían saber qué implica este proceso de aprendizaje. ¿Qué condiciones deben cumplirse para el aprendizaje individual entre hormigas? Si consiguen crear un robot que pueda sustituir con éxito al profesor, se puede decir que los elementos esenciales de este proceso de aprendizaje se han entendido en gran medida.

Estudio 

El equipo construyó una gran arena en el laboratorio, para que hubiera suficiente espacio entre el nido antiguo y el nuevo. El antiguo nido estaba deliberadamente mal colocado. El nuevo nido, en cambio, estaba equipado con todas las comodidades de las hormigas. Un andamio situado encima de la arena permitía a la hormiga robot moverse de un lado a otro. De este modo, los científicos pudieron determinar la dirección (directa al objetivo o con un desvío ondulado) y la velocidad del pequeño robot.

La hormiga robot estaba equipada con las glándulas aromáticas de una hormiga obrera, que liberaban una gran dosis de feromonas. Estos atractivos olores aseguraban que la hormiga robot se camuflara bien como una hormiga real y que el aprendiz continuara siguiéndolo.

"Esperamos pacientemente a que una hormiga abandone el viejo nido. Cuando lo hizo, dejamos que la hormiga robot caminara delante de ella mientras emitía feromonas. A veces dejamos que la hormiga robot se dirija directamente al nuevo nido, otras veces con un bonito desvío. Nos aseguramos de que el robot no fuera demasiado rápido, para que la hormiga real pudiera recordar bien la ruta", dice el profesor Franks.

"Cuando la hormiga real llegó al nuevo nido, le dimos tiempo para que lo asimilara. Entonces podría iniciar el viaje de vuelta a casa en su propio tiempo. Usamos el andamio para rastrear y guardar automáticamente su camino de vuelta al viejo nido".

Robot hormiga buen profesor

El equipo llegó a la conclusión de que la hormiga robot había conseguido transmitir correctamente a la alumna la ruta hacia el nuevo nido. No importaba si el camino llevaba directamente al nuevo nido o con un desvío considerable. "Un camino recto es más rápido, pero uno sinuoso da a la hormiga más tiempo para almacenar puntos de referencia en el camino. Puede encontrar el camino de vuelta con la misma eficacia con el camino más largo que con el corto", dijo Franks.

"Pudimos comparar el rendimiento de las hormigas que habían sido enseñadas por el robot con las hormigas que habíamos colocado directamente en el nuevo nido, sin las lecciones de la hormiga robot. Las hormigas que habían aprendido el camino caminando detrás de la hormiga robot encontraron el camino de vuelta a casa mucho más rápido y con mayor eficacia".

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