Por qué siempre queremos más. Aunque nos haga infelices

Por qué siempre queremos tener más, ya sea dinero ser buenos en algo, o conseguir otro ascenso en el trabajo

El saldo de la cuenta bancaria, el tiempo más corto en la maratón, un ascenso en el trabajo... perseguimos todo tipo de cosas, pero ¿por qué? ¿No queremos ser felices? Los investigadores descubrieron por qué siempre queremos más.

Lo que nos hace felices depende de nuestras expectativas. Y están en constante cambio. Nos acostumbramos rápidamente a lo que tenemos y luego buscamos formas de ser aún más felices. También nos gusta compararnos con los demás o fijarnos en lo que nos gustaría tener, pero aún no tenemos. Tanto la habituación como la comparación pueden conducir a un círculo vicioso de deseos y anhelos, que tiene un efecto negativo en nuestra salud mental y felicidad en la vida.

Aprender más rápido

Los investigadores investigaron estos mecanismos mediante una simulación por ordenador para averiguar por qué las personas siempre se esfuerzan por conseguir más y no se conforman con lo que tienen. El modelo informático imitaba el modo en que las personas responden emocionalmente a los estímulos, como la consecución de objetivos. Y para entender mejor por qué la gente se siente como lo hace, los investigadores añadieron puntos de medición que pueden utilizarse como barómetros de la felicidad.

El modelo informático se basa en el aprendizaje por refuerzo (una forma de aprendizaje automático) para investigar los efectos de diferentes niveles de habituación y comparación. Los resultados fueron interesantes: aunque toda esa comparación con los demás y el esfuerzo por conseguir más nos hace menos felices, nos hace aprender más rápido. El trío de investigadores de la Universidad de Princeton y el Instituto Max Planck alemán utilizan así el modelo para demostrar que el deseo humano de querer siempre más es evolutivamente muy útil: nos ayuda a progresar más rápidamente.

Siempre en movimiento

En su artículo, publicado en PLOS Computational Biology, los tres describen cómo funcionó su simulación. En el modelo informático, las personas (o en este caso el ordenador) siguen haciendo cosas que les dan una recompensa positiva y dejan de hacer cosas que no lo hacen o que dan una recompensa negativa. Los investigadores añadieron reacciones emocionales simuladas al conocido impacto negativo de la habituación y la comparación. Descubrieron que las personas se vuelven significativamente menos felices cuando se acostumbran a algo nuevo y cuando ven que otros tienen más de algo que ellos mismos quieren.

Los investigadores descubrieron que el modelo informático alcanzaba sus objetivos más rápidamente si se añadía a la simulación, la habituación y la comparación. Esto podría significar que estas respuestas emocionales también desempeñan un papel en la capacidad de aprendizaje de las personas. La simulación también fue menos "feliz" cuando había más opciones en los posibles objetivos a alcanzar que cuando solo había unas pocas opciones.

Deseos irresistibles

Los investigadores que estudian el comportamiento humano se sorprenden a menudo de los deseos aparentemente contradictorios de las personas. Muchos tienen deseos irresistibles por ciertas cosas, incluso cuando saben que ceder a ellos no tendrá un resultado deseable. Por ejemplo, muchas personas quieren más y más dinero con la idea de que esto les hará la vida más fácil, haciéndoles más felices. Pero numerosos estudios han demostrado que más dinero rara vez hace más feliz a la gente, con la excepción de los pobres: se necesita suficiente dinero para satisfacer una serie de necesidades básicas, y las preocupaciones financieras reducen la felicidad en la vida. Así que los investigadores concluyen ahora que la razón por la que la gente sigue siendo víctima de este círculo vicioso de querer más y más es porque, en última instancia, les hace aprender más rápido.

Tiempo en lugar de dinero

Al igual que con otros impulsos humanos, en realidad es mejor resistirse. Personalmente, tienes poco que ganar aprendiendo más rápido, por lo que hay pocas razones para querer más y más de algo. Recuerda que un coche más grande, una cuenta bancaria más abultada o unas vacaciones aún más lujosas no te harán más feliz. Más tiempo para pasar con la familia y los amigos te hará más feliz.

¿Qué te hace feliz según la ciencia?

Según un estudio de Harvard de hace ochenta años, solo hay una cosa realmente importante para la felicidad: las buenas relaciones. Las personas que mantienen vínculos estrechos con su pareja, sus amigos y su familia son más felices. Eso pesa más que el dinero o la carrera. Lo que los estudios sobre la felicidad suelen demostrar es que las personas son más felices con las experiencias, como las vacaciones o las visitas a la familia, que con las cosas, como una cocina nueva o un coche grande. El tiempo también es un factor importante para la felicidad: la gente prefiere tener más tiempo y trabajar menos.

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