Ratones alimentados con grasa y azúcar son más propensos a desarrollar alzhéimer, diabetes y depresión

Los ratones alimentados con alimento alto en azúcar y grasa, y por ende, con obesidad, son más propensos a sufrir diabetes, Alzheimer, depresión y ansiedad

¿Qué tan mala es toda esa grasa y azúcar? A los ratones ciertamente no les gusta. Según un nuevo estudio, los animales, a los que se les dio una dieta rica en grasa y azúcar, eran mucho más propensos a sufrir diabetes, Alzheimer, depresión y ansiedad.

La obesidad es un asesino silencioso y es la causa de todo tipo de trastornos graves. "Nuestras investigaciones demuestran que la obesidad y la diabetes afectan al sistema nervioso central. Además, la salud mental se deteriora y los trastornos mentales son más frecuentes", afirma la neurocientífica y bioquímica de la Universidad de Australia del Sur, Larisa Bobrovskaya.

Alimentos ultraprocesados

El equipo alimentó a ratones con alimentos ultraprocesados durante 30 semanas para investigar la influencia de los alimentos azucarados y grasos en el desarrollo o empeoramiento de la enfermedad de Alzheimer, la diabetes de tipo 2 y la obesidad. Los resultados hablaron por sí mismos: había una clara relación entre la dieta y los trastornos. "La obesidad crónica y la diabetes de tipo 2 suelen estar relacionadas con la enfermedad de Alzheimer, las enfermedades cardiovasculares y los problemas renales", escribe el equipo en su publicación científica en la revista Metabolic Brain Disease. No podemos copiar directamente las pruebas de laboratorio en ratones a los humanos. Sin embargo, es importante estudiar más a fondo estas conclusiones.

La proteína Tau es un biomarcador

Los investigadores realizaron un estudio de seguimiento con ratones que tienen una predisposición genética a la enfermedad de Alzheimer. Estos ratones denominados pR5 tienen una mutación que les hace producir la proteína tau humana (P301L). También había un grupo de control con ratones normales. De este modo, los roedores se dividieron en cuatro grupos en función de la dieta (alta en grasas y azúcares o normal) y de la mutación genética (pR5 o normal).

En los seres humanos, la mutación de tau se ha relacionado con el deterioro de los nervios en la enfermedad de Alzheimer. En los ratones pR5, los investigadores pueden así investigar una posible relación entre la demencia y otras enfermedades, como la diabetes de tipo 2.

El experimento duró treinta semanas. Un ratón de laboratorio vive aproximadamente un año y medio, por lo que los animales pasan una cantidad considerable de su vida comiendo grasa y calorías. Los ratones del grupo de control que fueron alimentados con la dieta alta en grasas engordaron mucho más. Mostraban un comportamiento ansioso mucho más frecuente y tenían una mayor concentración de proteína tau en el cerebro. La tau puede convertirse en "ovillos tau", que es un biomarcador de la enfermedad de Alzheimer.

Asustado, demente y gordo

Los ratones pR5 con la mutación tau y la dieta grasa estaban aún peor. Eran más propensos a ser obesos, a desarrollar intolerancia a la glucosa y a desarrollar resistencia a la insulina. Los ratones estaban deprimidos y ansiosos y se encontró más tau perjudicial en sus cerebros. "Nuestra investigación demuestra que una dieta grasa acelera el desarrollo de la resistencia a la insulina. También se producen cambios de comportamiento en los ratones y observamos problemas debido a la acumulación de proteínas tau en los ratones pR5", escriben los investigadores. "En varios casos, se desarrollan enfermedades en los ratones que siguen la dieta grasa. Con el tiempo, las capacidades mentales se deterioran rápidamente".

Para reflexionar

Los científicos pueden utilizar estas conclusiones para desarrollar nuevos tratamientos o dar consejos. Los gobiernos pueden ajustar sus políticas en consecuencia. Se prevé que el número de personas con obesidad (mórbida), diabetes y enfermedad de Alzheimer aumente considerablemente en las próximas décadas.

"Nuestros resultados muestran una vez más la importancia de combatir la epidemia de obesidad en el mundo. La combinación de obesidad, vejez y diabetes casi siempre conlleva una pérdida de capacidad mental y aumenta el riesgo de demencia y otros trastornos mentales", afirma Bobrovskaya.

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