Una bacteria del suelo revela como fabricar combustible limpio para aviones

Elaboración de Combustible limpio revelado por bacterias del suelo

Los científicos buscan diligentemente formas de sustituir los combustibles fósiles por alternativas más sostenibles. Y un diminuto microbio podría ser la respuesta.

Es imposible imaginar la vida sin aviones. Transportan personas, mercancías y son una parte importante de nuestra defensa. Al mismo tiempo, los aviones son increíblemente contaminantes. En la actualidad, la aviación civil es responsable de entre el 2 % y el 3 % de las emisiones mundiales de CO₂. Por ello, los científicos buscan maneras de hacer que los aviones sean más respetuosos con el medio ambiente. Y puede que ahora se haya encontrado la solución.

Contaminando

La razón por la que los aviones son tan contaminantes es porque la mayoría de ellos siguen funcionando con parafina contaminante. Pero de cara al futuro, esto no puede seguir siendo siempre así. Estos combustibles fósiles no solo se agotan, sino que su combustión libera gases de efecto invernadero perjudiciales para el medio ambiente. Esto contribuye al calentamiento global y también provoca problemas de salud.

Energía

En la búsqueda de una alternativa sostenible, los investigadores buscaron en un nuevo estudio algo en la naturaleza que produce mucha energía. Cuando se queman combustibles fósiles, se produce energía en grandes cantidades. Esta energía impulsa el motor de un avión. Los científicos supusieron que debía haber una forma de reproducirlo de alguna manera respetuosa con el medio ambiente. Y su búsqueda les llevó a una llamativa molécula triangular llamada Jawsamycin, de hecho, llamada así por la película Tiburón. ¿Por qué triangular? "Las cadenas de carbono triangulares son capaces de almacenar las mayores cantidades de energía", explica el investigador Pablo Cruz Morales.

Bacteria conocido

Los investigadores descubrieron que la molécula triangular rica en energía Jawsamicina es producida naturalmente por una bacteria del suelo perteneciente al género Streptomyces. Esto ocurre cuando estas bacterias se alimentan de azúcar o aminoácidos. "Cuando los microbios comen azúcar o aminoácidos, los descomponen y los convierten en bloques de construcción de enlaces de carbono", explica Cruz Morales.

Por cierto, estas bacterias del suelo tienen una cara conocida. "Se encuentran con frecuencia en el suelo", dice Cruz Morales. "Además, se utilizan para la producción de antibióticos y otros medicamentos. A los químicos les gusta estudiar estas bacterias". Los investigadores no saben por qué este microbio crea una molécula tan extraña y triangular. "Quizá para almacenar energía, o para que su membrana celular sea resistente a las bajas temperaturas", sugiere Cruz Morales.

Molécula

El equipo decidió copiar el truco del microbio e imitar la forma en que produce la molécula triangular. "Conseguimos copiar los genes que codifican el proceso de formación de la Jawsamicina", explica Cruz Morales. "Luego pegamos esto en una bacteria de laboratorio. Así fabricamos moléculas que contienen mucha energía".

Cohete

Según los investigadores, estas moléculas contienen tanta energía que deberían ser capaces de impulsar los motores de los aviones. Además, parece que pueden almacenar mayores cantidades de energía que otros biocombustibles que ya se han propuesto para los aviones. "Es incluso tan potente que puede lanzar un cohete al espacio", dice Cruz Morales. Esto significa que los investigadores han dado con una manera prometedora de sustituir los combustibles fósiles contaminantes por una alternativa limpia y sostenible. "Si conseguimos ampliarlo, ya no habrá excusas para usar el petróleo", dice Cruz Morales. "Abre la posibilidad de ser más sostenible".

Varias alternativas

Por cierto, los investigadores no son los primeros en sugerir una alternativa prometedora a los combustibles fósiles. Los científicos ya han pensado en una forma de hacer volar los aviones con plasma, una planta de mostaza verde e incluso con residuos de plástico (lo que eliminaría de un plumazo dos grandes contaminantes ambientales). A pesar de estas buenas ideas, en la práctica no se ha conseguido mucho. La mayoría de los aviones siguen siendo bombeados con combustibles fósiles contaminantes.

Cambiar

¿Si Cruz Morales va a cambiar esto? "Es poco probable", responde cuando se le pregunta. "El mayor problema es que los combustibles fósiles están subvencionados y la economía mundial está construida en torno a ellos". No obstante, el investigador tiene esperanzas. "Esta situación no durará mucho tiempo", afirma. "La percepción pública y la conciencia de que el cambio climático es altamente perturbador parece ser un buen incentivo para los mayores actores fósiles e inversores. Así que tenemos que estar preparados y tener preparadas soluciones alternativas".

Disponible

Por cierto, es posible que pase algún tiempo antes de que los investigadores amplíen su biocombustible y lo saquen al mercado. "Creo que todavía estamos en las primeras etapas", dice Cruz Morales. "Pero hemos demostrado que podemos producir combustibles muy energéticos utilizando la naturaleza. Ahora tenemos que idear una forma de fabricar grandes cantidades de combustible de forma eficiente".

Así que no espere subir a un avión impulsado por este biocombustible limpio dentro de unos años. Pero que los cambios están en camino parece indiscutible. "Espero que nuestra investigación haya dejado claro, al menos, que nuestra química desarrollada es viable", dice Cruz Morales. "Además, espero que haya entusiasmado a los inversores y a los responsables de la toma de decisiones que se preocupan por nuestro planeta. Estamos encantados de ayudar".

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