Nuevas investigaciones sugieren que los primeros animales de sangre caliente aparecieron hace 233 millones de años, mucho antes del origen de los mamíferos.
Los científicos han descifrado cuándo aparecieron los primeros animales de sangre caliente. Y, sorprendentemente, no eran mamíferos. Es un descubrimiento sorprendente. Hasta ahora, no se sabía exactamente cuándo surgió la sangre caliente. Pero el análisis de los oídos internos fosilizados proporcionó la respuesta.
Sangre caliente
La sangre caliente es la capacidad de los mamíferos y las aves de producir su propio calor corporal y regular su temperatura. Esto contrasta con los organismos de sangre fría que dependen de fuentes de calor externas para regular su temperatura corporal. El hecho de que los animales se volvieran de sangre caliente fue una ventaja evolutiva. No en vano los mamíferos han conseguido extenderse por casi todos los ecosistemas del mundo. Pero, ¿cuándo aparecieron realmente los primeros animales de sangre caliente?
¿Cuándo surgió la sangre caliente?
Hasta ahora no estaba del todo claro cuándo apareció la sangre caliente. Algunos científicos suponen que debió ocurrir cerca del origen de los mamíferos, hace unos 200 millones de años. Sin embargo, un nuevo estudio sitúa la aparición de la sangre caliente mucho más atrás en la línea de tiempo. Se cree que los primeros animales de sangre caliente aparecieron hace unos 233 millones de años. Y, efectivamente, eso es muy anterior al origen de los mamíferos.
Oído interno
Los investigadores basaron sus hallazgos en análisis de oídos internos fosilizados. El oído interno no solo está formado por el órgano de la audición, sino que también alberga el órgano del equilibrio: los canales semicirculares. Estos canales están llenos de la endolinfa fluida. Cuando la cabeza se mueve, este fluido comienza a fluir. Las células sensoriales se doblarán debido al flujo. Esto envía señales al cerebro que transmiten la posición exacta de la cabeza y el cuerpo.
Endolinfa
¿Qué tiene esto que ver con la sangre caliente? Como ocurre con cualquier líquido, la "viscosidad" de la endolinfa cambia en función de la temperatura corporal. Se puede comparar con un trozo de mantequilla que pasa de sólido a líquido en una sartén caliente. Asimismo, los investigadores sospechan que la viscosidad de la endolinfa cambia con la mayor temperatura corporal de los animales de sangre caliente. De hecho, la endolinfa debe haberse vuelto más "acuosa". "Como la miel, que se vuelve más fina cuando se calienta", dice el investigador Romain David. Según los investigadores, esta transformación debió de ir acompañada de cambios físicos en los canales semicirculares: de lo contrario, el órgano del equilibrio habría dejado de funcionar correctamente. Y estudiando los canales semicirculares de los fósiles, pensaron los investigadores, podrían averiguar exactamente cuándo se produjo la transición de la sangre fría a la caliente.
Diferencia en el oído interno entre un animal de sangre caliente y uno de sangre fría. Imagen: Universidad de Wits
Los investigadores examinaron innumerables oídos internos, incluyendo docenas de oídos internos de los ancestros de los mamíferos. De este modo, pudieron averiguar exactamente en qué momento las especies desarrollaron un oído interno que indicaba una mayor temperatura corporal.
Hace 233 millones de años
Finalmente, los investigadores consiguieron descifrar cuándo aparecieron probablemente los primeros animales de sangre caliente. Como se ha dicho, esto ocurrió mucho antes de que aparecieran los primeros mamíferos. Los resultados muestran que el conducto auditivo interno de los ancestros de los mamíferos sufrió cambios físicos hace unos 233 millones de años como consecuencia de un cambio brusco en la viscosidad de la endolinfa. Esto indica que en ese momento su temperatura corporal general aumentó.
Rápido
Esta transición de sangre fría a sangre caliente fue rápida. "En contra de la opinión científica actual, nuestra investigación demuestra que la adquisición de la sangre caliente en términos geológicos se produjo en un abrir y cerrar de ojos, en menos de un millón de años", dijo el investigador Ricardo Araújo. "No fue un proceso gradual y lento que se extendió durante decenas de millones de años, como se había sugerido anteriormente".
El innovador descubrimiento amplía nuestros conocimientos sobre los orígenes de la sangre caliente. Además, demuestra que la sangre caliente es más antigua que el propio mamífero de sangre caliente. "El origen de la sangre caliente ha sido uno de los mayores misterios sin resolver de la paleontología", afirma el investigador Kenneth D. Angielczyk. "Se han utilizado muchos enfoques diferentes para tratar de averiguar cuándo evolucionó por primera vez. Sin embargo, estos estudios han producido a menudo resultados vagos o contradictorios. Creemos que nuestro método es fiable porque ha sido validado empleando un gran número de especies". Por ello, los investigadores están muy ilusionados con sus prometedores resultados. "Es un momento emocionante para nuestro campo", concluye el investigador Julien Benoit.