Durante la hibernación de invierno, el escarabajo de la patata de colorado pierde sus músculos de vuelo. Pero a pesar de ello, llegado la primavera el escarabajo remonta el vuelo sin ninguna dificultad. ¿Cómo es posible esto?.
Muchos animales intentan ahorrar energía en invierno, cuando hay poca comida disponible. Algunos incluso entran en hibernación, con lo que su metabolismo pasa a un segundo plano. El escarabajo de la patata (papa) de Colorado también se echa una siesta en invierno. Pero este insecto ha encontrado una forma muy especial de ahorrar toda la energía posible. Una que los investigadores no habían visto venir, escriben en la prestigiosa revista PNAS.
Más información sobre el escarabajo de la patata de Colorado
El escarabajo de la patata de Colorado (Leptinotarsa decemlineata) es un escarabajo de la familia de los escarabajos de la hoja. Pueden alcanzar una longitud de aproximadamente un centímetro y su cuerpo abultado y redondeado se asemeja al de las mariquitas. El escarabajo de Colorado, sin embargo, no tiene manchas, sino que está dotado de cinco rayas negras en cada una de las carcasas de sus alas, que son de color amarillo a amarillo-anaranjado. Esta especie se encontraba originalmente solo en el sur de Norteamérica. Sin embargo, a partir de 1850, el escarabajo viajó con la planta de la papa, extendiéndose por gran parte del mundo. En las zonas recién colonizadas no hay enemigos naturales, por lo que el escarabajo de la patata de Colorado puede multiplicarse muy rápidamente. Los escarabajos pueden ser una plaga formidable en estas zonas, por ejemplo para el cultivo de la papa.
Durante la hibernación, el metabolismo del animal se ralentiza hasta un nivel muy bajo. ¿Cómo? En parte, gracias a un cambio en el funcionamiento de sus mitocondrias, las centrales energéticas de las células. "Retrasan su metabolismo disminuyendo la función de sus mitocondrias", explicó el investigador Brent Sinclair. "Por lo tanto, pensamos que las bajas tasas metabólicas de los escarabajos de Colorado deben estar relacionadas con esto".
No se hallaron mitocondrias
Los investigadores realizaron un experimento para comprobar esta teoría. Pero cuando los investigadores examinaron los escarabajos, no encontraron ni una sola mitocondria en sus músculos de vuelo. "Realmente, ni uno", recuerda la investigadora Jackie Lebenzon. "Al principio creímos que nuestros instrumentos no funcionaban, o que estábamos dañando las mitocondrias de alguna manera. Por último, utilizamos un microscopio electrónico para estudiar las células musculares más de cerca. Y entonces descubrimos que casi todas las mitocondrias habían desaparecido".
En las personas
En los músculos humanos, las mitocondrias se degradan cuando no se emplean. Vemos que esto ocurre, por ejemplo, en los astronautas que pasan largos periodos de tiempo en la ingravidez del espacio. Luego hay que entrenar los músculos para estimular la reconstrucción.
En el caso del escarabajo de la patata de Colorado, las cosas son ligeramente diferentes. Cuando el escarabajo hiberna, descompone las mitocondrias de sus músculos de vuelo. De este modo, el escarabajo es capaz de ahorrar mucha energía en el duro clima invernal. Pero a diferencia de los humanos, en los que las mitocondrias (y, por tanto, la masa muscular) pueden tardar bastante tiempo en recuperarse, los escarabajos de la patata de Colorado descubrieron de repente que todas sus mitocondrias habían vuelto a crecer al final del invierno. Y eso sin que los escarabajos hayan ejercitado ningún músculo.
Degradación y reconstrucción
Así que parece que el escarabajo de Colorado es capaz de descomponer sus músculos por completo. Al mismo tiempo, los escarabajos pueden reparar sus músculos con la misma facilidad al final del invierno. "Esta capacidad es completamente nueva para la ciencia", dice Lebenzon. "Explica cómo los escarabajos ahorran energía durante el invierno, pero vuelven a despegar en primavera sin problemas".
El equipo aún no sabe si todos los insectos, que como el escarabajo de la patata de Colorado hibernan, utilizan el mismo truco para ahorrar energía. La investigación futura tendrá que decirlo. Sin embargo, el descubrimiento demuestra que algunos insectos son capaces de regular sus mitocondrias. Y un mayor conocimiento de esto podría proporcionar una solución para el tratamiento de ciertas enfermedades musculares.