El extraño y lento envejecimiento de las tortugas en cautividad es el objetivo de un nuevo estudio

El envejecimiento lento de las tortugas en un nuevo estudio

El sueño del ser humano, y de la ciencia de la medicina en general, es ralentizar el envejecimiento (y todos los síntomas relacionados) o incluso invertirlo por completo (en una visión más transhumanista). 

Uno de los métodos que adoptan los científicos para tratar de entender cómo ralentizar el envejecimiento humano es estudiar a aquellos animales que muestran ritmos de envejecimiento extraños, casi ralentizados, en comparación con los nuestros, un ejemplo claro son las tortugas.

Las tortugas siguen un patrón de envejecimiento "contraintuitivo".

Este es el caso de muchas especies de tortugas. Según un nuevo comunicado de la Universidad del Sur de Dinamarca, varias especies de tortugas parecen seguir un patrón de debilitamiento y deterioro contraintuitivo, las principales características de la vejez que luego conducen a la muerte. Estos animales parecen haber encontrado un método para ralentizar, en algunos casos hasta un grado extremo, el proceso de senectud. Según Rita da Silva, bióloga de la Universidad de Dinamarca y autora de un nuevo estudio publicado en Science, estas características particulares demuestran que la senescencia no es un rasgo ineludible para todas las formas de vida.

Cuando las condiciones de vida mejoran, la senescencia se ralentiza

La investigadora, junto con sus colegas, examinó los patrones de envejecimiento de 52 especies de tortugas, entre ellas las de galápagos mantenidos en zoológicos o acuarios. El investigador descubrió que la mayoría de los especímenes parecen envejecer más lentamente que los humanos u otros animales. En muchos casos (alrededor del 75 %) el efecto de la senescencia parece "insignificante" y su velocidad es "extremadamente lenta". Los investigadores explican que han comprobado que varias especies pueden reducir la tasa de senectud cuando mejoran sus condiciones de vida en comparación con la naturaleza (así ocurre en varios zoológicos y acuarios, donde estos animales, por ejemplo, ya no tienen que preocuparse por la comida).

El fenómeno de la senectud y la teoría del "compromiso"

Según las teorías tradicionales, la senescencia es un fenómeno que empieza a aparecer poco después de la madurez sexual y es una especie de compensación entre la energía que un ser vivo utiliza para reparar el daño celular y la que debe invertir para reproducirse. La teoría de la "compensación" implica que cuando los seres vivos dejan de crecer comienzan automáticamente a experimentar la senectud. Esta última, a todos los efectos, puede definirse como un deterioro gradual de las funciones corporales con el avance de la edad.

Hay organismos que siguen creciendo después de la madurez sexual

Sin embargo, según los investigadores, hay organismos que siguen creciendo después de la madurez sexual, y este es el caso de las tortugas. Por tanto, estos animales son capaces de seguir empleando parte de su energía para reparar el daño celular.

Sin embargo, la inmortalidad no existe

En cualquier caso, el nuevo artículo no habla en absoluto de inmortalidad: es un nivel de senectud más lento pero no inexistente. El riesgo de muerte, aunque aumenta menos con la edad que otras formas de vida, sigue siendo mayor que cero. En esencia, todos acaban muriendo.

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