Solo quedan 10 vaquitas vivas en todo el mundo y la endogamia no es el mayor de sus problemas

Solo quedan 10 vaquitas marinas en el mundo, y la endogamia no es su mayor problema

La pesca ilegal y las mortíferas redes de pesca furtiva siguen siendo la mayor amenaza, a pesar del limitado tamaño de la población.

Hace tiempo que sabemos que la vaquita (el mamífero marino más pequeño del mundo) está al borde de la extinción. Por ejemplo, actualmente solo quedan 10 ejemplares vivos. Se podría decir que la vaquita no tiene ninguna posibilidad. Normalmente, un tamaño de población tan pequeño y una diversidad genética limitada conducirían a la extinción de una especie. Sin embargo, un nuevo estudio muestra que la endogamia ni siquiera es el mayor problema para la vaquita. Si podemos evitar que queden atrapados en las redes de los cazadores furtivos, tienen una oportunidad notable de sobrevivir.

La endogamia

En el estudio, los investigadores analizaron los genomas de 20 vaquitas que vivieron entre 1985 y 2017. A continuación, realizaron simulaciones informáticas para predecir el riesgo de extinción de la especie en los próximos 50 años. Sorprendentemente, el análisis muestra que la limitada diversidad genética y la endogamia no parecen estar frenando realmente a la especie. "En comparación con otras especies, la vaquita tiene más posibilidades de recuperarse de un descenso extremo de la población", afirma la investigadora Jacqueline Robinson. "La diversidad genética de las vaquitas no es tan baja como para que suponga una amenaza para su salud y supervivencia. Simplemente, refleja su rareza natural".

Pequeña población

Es un descubrimiento interesante. La opinión predominante es que en poblaciones pequeñas pueden acumularse mutaciones perjudiciales. Pero la vaquita probablemente tiene menos mutaciones deletéreas, lo que significa que son más capaces de sobrevivir a la endogamia futura. Y eso es un buen augurio para su recuperación.

¿Qué protege exactamente a la vaquita de los peligros genéticos de la endogamia? Esto se debe principalmente al hecho de que siempre han existido en pequeñas poblaciones. Además, la vaquita marina, en peligro crítico, solo se encuentra en una pequeña zona, concretamente en las lagunas poco profundas del delta del río Colorado y sus alrededores, en el norte del Golfo de California. Y aquí la marsopa ha conseguido sobrevivir en pequeñas cantidades durante cientos de miles de años. Aunque se desconoce su número histórico, en el primer estudio exhaustivo realizado en 1997 se contabilizaron unas 570 vaquitas, un número que ha disminuido de forma constante en los últimos 25 años, pero que no era muy grande al principio.

"Las vaquitas son esencialmente el equivalente marino de una especie insular", resume Robinson. "La especie ha sobrevivido durante decenas de miles de años con una baja diversidad genética. El pequeño tamaño natural de la población les ha permitido entonces purgar gradualmente variantes genéticas muy dañinas que podrían afectar negativamente a su salud a través de la endogamia."

Pesca ilegal

Así que, aunque únicamente quedan 10 vaquitas vivas en todo el mundo, la endogamia no es el mayor problema que tiene que superar la especie. La vaquita no está condenada a la extinción por factores genéticos. ¿Cuál es su mayor amenaza? "La pesca ilegal", subraya el investigador Christopher Kyriazis.

Redes de enmalle

Las pequeñas marsopas, que miden entre 1,2 y 1,5 metros, desgraciadamente quedan a menudo atrapadas en las redes de enmalle. Se trata de redes en las que un pez puede meter la cabeza a través de la malla de una red, pero no puede volver a salir porque se queda atascado detrás de las cubiertas de las branquias.

Redes de enmalle son utilizadas por los pescadores para capturar la totoaba
Las redes de enmalle son utilizadas por los pescadores que cazan la totoaba, otra especie en peligro de extinción. El gobierno mexicano prohibió el uso de las redes en el norte del Golfo de California en 2017, pero los cazadores furtivos continúan la práctica de forma ilegal. Imagen: iStock.com/Damocean vía UCLA

Estas redes son empleadas por los cazadores furtivos para cazar la Totoaba macdonaldi, que se encuentra en el mismo hábitat que la vaquita. Los cazadores furtivos buscan esta especie por su vejiga natatoria, que se vende por decenas de miles de dólares en el mercado negro de China. Pero al mismo tiempo, las mismas redes han estrangulado y matado a miles de vaquitas en los últimos años, por lo que probablemente solo queden unas pocas. Aunque México ha prohibido la caza de la totoaba y ha hecho ilegal el empleo de las redes en el hábitat de las vaquitas, muchos dicen que las prohibiciones no siempre se respetan.

Recuperación

Los investigadores concluyen que si la pesca ilegal con redes de enmalle se detiene inmediatamente, la vaquita tiene muchas posibilidades de recuperarse, incluso con la amenaza de la endogamia. Sin embargo, si la pesca continúa, las perspectivas de recuperación son mucho menos optimistas. Si no se toman más medidas para proteger a las marsopas, es muy probable que se extingan. "La pérdida sería una gran tragedia", dijo el investigador Robert Wayne. "La vaquita es un símbolo de la diversidad única que encontramos en el Golfo de California. Representa un linaje evolutivo único (no hay ninguna especie similar en ningún lugar del mundo y su pérdida privaría al ecosistema de un importante animal adaptado a este ecosistema único".

Aunque el número de vaquitas se puede contar con dos manos, el estudio actual demuestra que esto no significa necesariamente su desaparición. "La capacidad de recuperación de la especie no está limitada por su genética", concluye Kyriazis. "Si se extinguen, sería el resultado de nuestras decisiones humanas, no de factores genéticos inherentes".

Artículo Anterior Artículo Siguiente

Formulario de contacto