En un nuevo estudio, dos científicos presentan una "dieta de la longevidad". ¿Qué significa eso?
Suena como la dieta que hace que todas las demás sean redundantes: la dieta de la longevidad de Valter Longo y Rozalyn Anderson. Después de haber leído cientos de artículos científicos, estos dos investigadores han dado algunos consejos concretos en la revista Cell.
Bien, moderemos nuestras expectativas: si sigues la dieta de Longo y Anderson, no vivirás hasta los 140 años. "En la ciencia hay un acuerdo razonable de que los humanos solo pueden vivir hasta los 120 años", dice Renger Witkamp, profesor de biología nutricional de la Universidad e Investigación de Wageningen. Tal vez algún día seamos capaces de estirar esto con intervenciones genéticas, pero aún estamos muy lejos de eso. Así que "vivir más" significará sobre todo "mantenerse sano durante más tiempo".
Gran limpieza
Pero además, todos queremos estar sanos durante más tiempo. ¿Cómo podemos conseguirlo? Para averiguarlo, Longo y Anderson compararon toda una lista de estudios. Algunos de estos estudios se centraron en organismos de corta vida, como las células de levadura, el gusano C. elegans y las conocidas moscas de la fruta, y otros en mamíferos como ratones y monos.
Estos estudios sugieren, entre otras cosas, que una menor producción de hormonas del crecimiento y de la hormona IGF-1 está relacionada con una mayor duración de la vida saludable. "Los autores también hacen referencia a investigaciones que muestran que restringir un determinado aminoácido, la metionina, sería beneficioso", dice Witkamp.
Los dos investigadores también mencionan la autofagia: el fenómeno por el que las células se "limpian" descomponiendo las proteínas dañadas y las partículas extrañas en sus entrañas. Una mayor autofagia también conduciría a más años de salud.
(Mucho) menos calorías
Para aprovechar todos estos efectos favorables, Longo y Anderson proponen una serie de recomendaciones concretas. Cómo exactamente, no está del todo claro, según Witkamp. Pero el pilar más importante de la dieta de la longevidad, continúa, es la "restricción calórica". En otras palabras: reducir la cantidad de energía que se ingiere, expresada en calorías.
"Los estudios realizados en animales sugieren que este porcentaje es de entre el 30 y el 40 %", afirma Witkamp. "Eso es bastante, difícil de seguir para la gente y conlleva el riesgo de deficiencias. Recientemente, se ha publicado un estudio con personas que ha demostrado que una reducción del 14 % de la energía durante dos años tendría efectos beneficiosos. Pero las pruebas siguen siendo circunstanciales".
¿Nada nuevo?
Los dos investigadores también te dicen lo que debes comer. En términos generales: Lo ideal es que entre el 45 y el 60 % de las calorías procedan de hidratos de carbono (no procesados y complejos), entre el 10 y el 15 % de proteínas (principalmente vegetales) y entre el 25 y el 35 % de grasas (también principalmente vegetales). "Eso es una gran cantidad de carbohidratos", dice Witkamp. "Por otro lado, hay opiniones que dicen que hay que apostar por los carbohidratos bajos y parece que tienen razón en varias cuestiones".
En concreto, Longo y Anderson recomiendan una dieta rica en legumbres y productos integrales, frutos secos, un poco de pescado y la menor cantidad posible de carne roja y procesada. "En realidad, no es nada nuevo bajo el sol", dice Witkamp. "Este patrón dietético es considerado el mejor por muchos científicos en este momento".
Ayuno de cinco días
Un último pilar de la dieta de longevidad de Longo y Anderson es el ayuno. Recomiendan no comer durante once o doce horas consecutivas al día. (En otras palabras: nada de bolsas de patatas fritas entre la cena y el desayuno).
También sugieren un ayuno de cinco días una vez cada tres o cuatro meses. Además, según los autores, es conveniente seguir una dieta que imite el ayuno. En otras palabras, una dieta en la que se obtienen suficientes nutrientes y calorías, pero que sigue teniendo el efecto del ayuno.
Letra pequeña
Es bueno saber que Longo lleva tiempo intentando vender una dieta de ayuno de este tipo. Lo hace en su libro La dieta de la larga vida y a través del programa de adelgazamiento ProLon, bastante caro. Además, según la letra pequeña del nuevo artículo científico, el científico tiene "patentes relacionadas con las dietas que imitan el ayuno". También, participa en la empresa L-Nutra, que "ayuda a las personas a aumentar su vida útil mediante la dieta y el ayuno".
En otras palabras, Longo no es un puro académico que solo intenta averiguar cuál es la dieta ideal, sino que también quiere ganar dinero con ello. Esto no ha impedido que la conocida revista científica Cell publique su nuevo artículo, pero quizá sea algo a tener en cuenta. Eso no cambia el hecho de que, tal y como están las cosas, "llevar una dieta variada, con moderación y predominantemente vegetal" es un excelente (aunque no muy sorprendente) consejo dietético.