Preocupación por la Voyager 1: Envía datos extraños difíciles de comprender

La sonda espacial Voyager 1 presenta problemas luego de 45 años, envía datos extraños difíciles de entender

La sonda, que se encuentra actualmente en el espacio interestelar, sufre un fallo técnico.

Durante 45 años, la Voyager 1, junto con su hermana, la Voyager 2, ha estado recorriendo el universo. Es una misión especial. Porque ambas naves espaciales exploran entornos a los que ninguna sonda construida por el hombre ha llegado antes. De hecho, ya han entrado en el espacio interestelar. Sin embargo, después de todo este tiempo, la Voyager 1 está empezando a mostrar algunos defectos. La sonda está enviando a la Tierra datos que el equipo de la misión no puede entender.

Más información sobre la misión Voyager

La sonda espacial Voyager 2 fue lanzada en 1977, unas semanas antes que su hermana Voyager 1. Ambas sondas están activas desde hace casi 45 años. Esto no solo las convierte en las sondas espaciales que más tiempo llevan operando, sino que también baten todos los récords en cuanto a la distancia que han recorrido hasta la fecha. Especialmente ahora se puede afirmar con certeza que ambas naves han entrado en el espacio interestelar. Ninguna otra nave espacial ha llegado todavía tan lejos. Y seguirán haciéndolo durante algún tiempo. Ambas sondas se mueven a la increíble velocidad de unos 48.280 kilómetros por hora y están explorando nuevas regiones del universo de las que tenemos mucho que aprender.

La sonda presenta un gran misterio para la Agencia Espacial Americana. Aunque la Voyager 1 parece funcionar como debería, hay algo que no funciona en los datos que envía a la Tierra. El fallo probablemente se encuentra en el sistema de articulación y control de actitud (AACS). Este instrumento regula la orientación de la nave, de 45 años de antigüedad, y garantiza que la potente antena de la Voyager 1 esté siempre orientada hacia la Tierra, lo que le permite enviar datos a casa.

Un problema extraño

Sin embargo, algo extraño está sucediendo. Parece que el AACS sigue funcionando; la nave recibe órdenes, las ejecuta y envía datos científicos a la Tierra. La señal de Voyager 1 tampoco se ha debilitado, lo que sugiere que el AACS sigue apuntando a la Tierra. Pero las lecturas de los datos de telemetría no coinciden con lo que hace realmente la Voyager 1. El equipo de la misión está recibiendo datos que parecen ser generados al azar. En resumen, algo no está bien. Curiosamente, el fallo aún no ha hecho que la sonda entre en modo seguro, un estado en el que todos los sistemas no esenciales se apagan, lo que da tiempo a los ingenieros a detectar y solucionar el problema.

Un misterio

El hecho de que la Voyager 1 empiece a mostrar defectos después de 45 años no sorprende al equipo de la misión. "Un misterio como este forma parte de esta etapa de la misión Voyager", afirma Suzanne Dodd, miembro del equipo. "La nave tiene casi 45 años, lo que significa que la sonda lleva funcionando mucho más tiempo del que esperaban los planificadores de la misión. También estamos en el espacio interestelar, un entorno con mucha radiación donde ninguna nave espacial ha llegado antes. Así que hay algunos retos importantes. Pero creo que si hay una forma de resolver este problema con la AACS, nuestro equipo la encontrará".

Será vigilado de cerca

El equipo tiene previsto seguir vigilando de cerca el Voyager 1. De este modo, esperan determinar si los datos no válidos que la sonda está enviando proceden directamente del AACS o si algún otro sistema implicado en la producción y el envío de los datos de telemetría es el culpable. Si pueden averiguar cuál es el problema, una actualización del software podría ser la respuesta.

Los ingenieros seguirán trabajando en el misterio que la Voyager 1 les ha planteado en el tiempo que viene. Mientras tanto, los científicos seguirán aprovechando los datos recogidos desde el punto de vista único de la nave espacial. La Voyager 1 se encuentra ya a 23 300 millones de kilómetros de la Tierra, atravesando el espacio relativamente vacío; ninguna de las dos sondas se acercará a una estrella durante los próximos 40 000 años. La Voyager 2 se encuentra actualmente a 19 500 millones de kilómetros de distancia y parece poder continuar su misión de exploración sin problemas por el momento.

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