El procesador funciona con energía de algas por más de un año

Un procesador que funciona únicamente con energía de algas

Un equipo de investigadores ha demostrado que las algas verde-azules pueden mantener en funcionamiento el procesador de un pequeño dispositivo durante más de un año. Y las algas no necesitan más que la luz del sol para hacerlo.

Se calcula que en 2035 habrá mil millones de dispositivos conectados a la Internet de las cosas. Pero, ¿de dónde van a sacar la energía todos estos aparatos?

Las baterías no son prácticas, escriben el bioquímico Paolo Bombelli, de la Universidad de Cambridge, y sus colegas en la revista Energy & Environmental Science, porque contienen materiales difíciles de extraer y acaban agotándose. Y muchas de las formas actuales de captar energía in situ, como las células solares, pueden tener inconvenientes medioambientales.

La alternativa que Bombelli y su equipo proponen: dejar que una colección de algas haga el trabajo. Utilizando la energía que estos microorganismos extraen únicamente de la luz solar, Bombelli y su equipo consiguieron mantener en funcionamiento un procesador de ordenador (ciertamente muy económico) durante un año.

Simplemente siguió funcionando

Todo el sistema tiene el tamaño de una pila AA y emplea algas azul-verde del género Synechocystis. Mediante el proceso de fotosíntesis, que también utilizan muchas plantas, estos organismos unicelulares generan energía. Esto produce una diminuta corriente eléctrica, con la que, sin embargo, se puede hacer funcionar un procesador del tipo Arm Cortex-M0+, que se encuentra en muchos dispositivos del Internet de las Cosas.

Cuando el procesador llevaba seis meses funcionando así, Bombelli escribió un artículo científico con los resultados obtenidos hasta ese momento. Y, según informa la Universidad de Cambridge en un comunicado de prensa, el procesador lleva ya más de un año funcionando. "Pensamos que dejaría de funcionar después de unas semanas, pero siguió funcionando", dice Bombelli.

De la idea a la tecnología utilizable

Curiosamente, la "batería de algas" no funcionó en condiciones estériles de laboratorio. Como resultado, otros microbios también podrían entrar en el sistema, como las bacterias de los géneros Halomonas y Pseudomonas. Estos huéspedes no invitados resultaron no estorbar la generación de energía.

El bioquímico Kevin Redding, de la Universidad Estatal de Arizona, que no participó en el estudio, está impresionado por la estabilidad del sistema. "Este estudio demuestra que una célula microbiana puede utilizar la fotosíntesis para suministrar a un procesador la energía suficiente durante mucho tiempo", explica a Mundo Químico. "Eso puede convencer a la industria de que desarrolle la idea hasta convertirla en una tecnología útil".

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