Ojo biónico: Crean un material capas de imitar el reflejo pupilar

El desarrollo de un ojo biónico que imita la dilatación y contracción de la pupila nos acerca a la posibilidad de ayudar a las personas con trastornos oculares.

Los científicos han desarrollado un fino material que envía señales en un ojo artificial similares a las de los nervios. Esto puede hacer que la pupila del ojo se dilate y se contraiga en respuesta a los cambios en la intensidad de la luz. En el futuro, esto podría ayudar a tratar ciertos trastornos visuales.

Enfocando

La luz entra en el ojo a través de la pupila y cae sobre la retina en la parte posterior del globo ocular. A continuación, la retina convierte los estímulos luminosos en impulsos nerviosos, que se envían a través del nervio óptico al cerebro para su procesamiento.

El llamado reflejo pupilar compensa las fluctuaciones de la intensidad de la luz ajustando el tamaño de la pupila. Esto permite ver con nitidez, al tiempo que protege la retina de la luz brillante. Este proceso puede verse afectado en personas con lesiones en el nervio óptico o en el nervio oculomotor, que controla el movimiento de los músculos del ojo. Esto puede provocar visión doble, hipersensibilidad a la luz o hipermetropía: problemas para enfocar los objetos cercanos.

Reflejo pupilar artificial

Xu Wentao, profesor de ingeniería fotoeléctrica de la Universidad de Nankai (China), ha desarrollado con sus colegas un material que imita el reflejo pupilar de un ojo artificial. Si algún día queremos tener ojos biónicos, hay que imitar este reflejo de la luz", dice Xu.

El fino material que hace posible este reflejo pupilar está compuesto por el mineral perovskita. Se sabe que funciona como una sinapsis artificial. Una sinapsis es un trozo de espacio entre dos neuronas por el que se transmiten señales nerviosas, lo que permite a las células comunicarse.

El equipo de Xu añadió un material fino de 625 nanómetros y una fibra de aleación a un modelo de ojo artificial. En un experimento de laboratorio, Xu comprobó que, al exponerlo a la luz, el fino material enviaba una especie de señal nerviosa a la fibra, lo que hacía que la pupila se dilatara o se contrajera. Funciona en todas las condiciones de luz", dice Xu.

Los científicos han conseguido recrear el reflejo pupilar de un ojo humano. Este ojo biónico es una buena noticia para las personas con trastornos oculares.

Día y noche

El siguiente paso es desarrollar un ojo artificial que perciba el color, dice Xu. Los ojos humanos pueden reconocer millones de colores y descodificarlos con gran precisión", afirma. En el futuro, planeamos integrar esta percepción del color en nuestro ojo artificial".

El neurocientífico Robert Lucas, de la Universidad británica de Manchester, cree que un ojo artificial con reflejos pupilares podría ser útil. Cualquier ojo artificial debería ser capaz de distinguir patrones en los que la intensidad de la luz solo difiere en un pequeño porcentaje. Y esto contra una variación de mil millones de veces en la luminancia total en un entorno de luz diurna o nocturna", explica Lucas. Una pupila sensible a la luz podría ser una forma de abordar este problema", dice, "asegurando que la cantidad total de luz que llega a la superficie de detección se mantiene más estable".

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