Aumento de grasa abdominal está relacionando con dormir poco

No dormir lo suficiente está relacionando con el aumento de grasa abdominal

Irse a la cama a la hora y dormir las horas suficientes no es, desde luego, algo habitual para muchos. Casi una cuarta parte de la población parece tener problemas de sueño. La falta de sueño puede tener muchas causas. Por ejemplo, algunas personas trabajan en turnos irregulares y otras miran el móvil demasiado tiempo. Un nuevo estudio demuestra que es mejor que hagas lo posible por dormir lo suficiente. Porque su carencia parece estar directamente relacionada con la acumulación de grasa en el vientre, un lugar donde no se desea.

Comer más

Los investigadores han descubierto que, si se está despierto más tiempo, se tiende a comer más sin estar físicamente activo. Significa que ingieres más calorías, lo que provoca la acumulación de grasa. Curiosamente, esta grasa se almacena principalmente en la región abdominal. Y eso que la grasa del vientre es la más insalubre. "Nuestros resultados demuestran que un menor tiempo de sueño, incluso en sujetos de prueba jóvenes, sanos y relativamente delgados, se asocia con un aumento de la ingesta de calorías, un pequeño aumento de peso y un incremento significativo de la acumulación de grasa en el abdomen", resume el investigador Virend Somers.

El valor añadido de una buena noche de sueño

El sueño es muy importante para muchas funciones físicas y cognitivas. Por ejemplo, la salud cardiovascular, el sistema inmunitario, el metabolismo, la memoria y la regulación de las emociones están influidos por el sueño. El riesgo de padecer Alzheimer o cáncer también está asociado a la calidad del sueño. Para mejorar la salud y el bienestar emocional, las personas deben dormir lo suficiente. Para la mayoría de las personas sanas, esto significa 7 horas de sueño por noche.

Durante el experimento, se examinó a 12 personas sanas, que no eran en absoluto obesas, durante un periodo de 21 días. Los participantes se dividieron en dos grupos. El primer grupo dormía horas normales, mientras que el segundo tenía que conformarse con un sueño limitado. Cada grupo tuvo acceso a diferentes alimentos a lo largo del estudio. A continuación, los investigadores midieron, entre otras cosas, la ingesta de energía, el consumo de energía, el peso corporal y la distribución de la grasa. Curiosamente, los participantes que dormían mal consumían más de 300 calorías extra al día. También comieron un 13 % más de proteínas y un 17 % más de grasas.

Aumento de la grasa

Cuando los participantes fueron examinados de nuevo al final del experimento, los investigadores hicieron un descubrimiento sorprendente. Y es que la falta de sueño suficiente puede estar directamente relacionada con un aumento del 9 % de la grasa abdominal total y del 11 % del llamado tejido graso visceral; la grasa que no se almacena directamente bajo la piel, sino más profundamente, alrededor de los órganos internos. Y eso es especialmente preocupante. La grasa visceral aumenta, entre otras cosas, el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares y diabetes.

Recuperación del sueño

Este resultado fue una sorpresa. "No esperábamos que la deposición de grasa fuera tan obvia alrededor del abdomen y especialmente en los compartimentos viscerales", explica Somers en conversación. "Lo que resultaba especialmente preocupante era que la grasa visceral seguía aumentando, incluso después de tres días de sueño de recuperación, cuando el consumo de calorías y la grasa subcutánea volvían a disminuir. Esto demuestra que la acumulación de grasa en el abdomen no desaparece inmediatamente, ni siquiera durante un breve período de menos sueño. Así que cuando alguien sufre una privación crónica del sueño, la grasa visceral puede seguir acumulándose a lo largo de los años."

Grasa visceral

Aunque la grasa se deposita normalmente bajo la piel, parece que dormir poco hace que se desplace a las zonas viscerales, donde hace más daño. "Fue muy sorprendente que la grasa visceral aumentara tan preferentemente en comparación con la grasa subcutánea", dice Somers. "Normalmente, en personas jóvenes, delgadas y sanas, se espera que la grasa subcutánea aumente primero. Así que parece que el sueño insuficiente cambia los mecanismos que determinan cómo se almacena la grasa". ¿Por qué? Somers debe dejarnos con la respuesta. "Todavía no lo sabemos. Pero tenemos previsto investigarlo más a fondo".

Tomografía computarizada

La acumulación de grasa visceral solo pudo revelarse mediante una tomografía computarizada. El hecho de que la acumulación de grasa abdominal sea difícil de reconocer la hace aún más peligrosa. "La gente debe ser consciente de que con la privación persistente del sueño la grasa del abdomen puede aumentar de forma encubierta", dice Somers. "No es obvio ver solo con las medidas de peso. La grasa se acumula de manera inadvertida, lo que a la larga puede conducir a la obesidad abdominal".

Salud

Los resultados subrayan lo importante que es dormir bien, no solo para el bienestar, sino también para la salud. "A largo plazo, estos hallazgos implican que el sueño insuficiente contribuye a las epidemias de obesidad, enfermedades cardiovasculares y metabólicas", advierte Somers. Por ello, espera que los resultados sensibilicen a la población sobre los efectos acumulativos de la privación del sueño. "La falta de sueño, ya sea por elección o por necesidad, puede tener verdaderos efectos adversos para la salud a largo plazo", resume Somers. "Te hace más susceptible a las enfermedades del corazón y a la diabetes".

En definitiva, los resultados demuestran lo importante que es que durmamos regularmente y el tiempo suficiente. Las personas que luchan contra esto, o que no siempre pueden hacerlo debido a sus trabajos, deben prestar aún más atención a hacer suficiente ejercicio y a elegir alimentos saludables, según Somers, para evitar la acumulación de grasa abdominal poco saludable.

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