Cazadores y recolectores europeos ya momificaban hace 8000 años

Se han encontrado "momias" en un cementerio portugués que datan de hace unos 8000 años de antigüedad, pertenecen a un grupo de cazadores y recolectores.

Sabíamos que los egipcios momificaban a sus muertos. Pero los antiguos europeos también momificaban los cuerpos de sus muertos. De hecho, nuevas investigaciones demuestran que esto ya ocurría hace unos 8000 años. Esto significa que la momificación de los muertos fue probablemente más común a lo largo de la historia de lo que se pensaba.

Más información sobre la momificación

Una momia es un cadáver en el que prácticamente el proceso de descomposición se ha detenido tras la muerte, de modo que no solo queda el esqueleto sino también las partes blandas del cuerpo. Las momias más antiguas encontradas (que fueron momificadas deliberadamente) son las momias Chinchorro; restos momificados de individuos de la cultura sudamericana Chinchorro, encontrados en lo que hoy es el norte de Chile. Los cuerpos momificados tienen unos 7000 años de antigüedad. La primera momia descubierta en Egipto data de alrededor del año 3000 a.C.

En el nuevo estudio, los investigadores viajaron a un antiguo lugar de enterramiento de cazadores-recolectores en el valle del Sado, en Portugal. En la década de 1960 se desenterraron aquí los restos óseos de trece personas. Gracias a las nuevas fotografías, los investigadores pudieron reconstruir las posiciones en las que se depositaba a los difuntos, lo que supone una oportunidad única para conocer mejor los rituales funerarios de hace 8.000 años.

Distribución espacial

Los investigadores estudiaron la distribución espacial de los huesos en la tumba y combinaron esta información con los conocimientos sobre cómo se descompone normalmente el cuerpo humano tras la muerte. De este modo, los arqueólogos pueden reconstruir cómo se trataba y enterraba a los difuntos tras su muerte, aunque hayan pasado varios milenios.

La investigadora Rita Peyroteo Stjerna examina uno de los esqueletos mesolíticos excavados en el Valle del Sado de Portugal en la década de 1960.

Cadáver momificado

Esto nos lleva a un notable descubrimiento. Los análisis muestran que algunos cuerpos fueron enterrados en posiciones extremadamente encorvadas, con las piernas y las rodillas levantadas hasta el punto de quedar por delante del pecho. Además, durante la descomposición del cuerpo humano los huesos normalmente se deshacen en las articulaciones débiles, como las de los pies. Pero en los casos estudiados, las articulaciones se conservaron. Según los investigadores, esto puede explicarse por el hecho de que los cuerpos no fueron colocados inmediatamente en la tumba. Posiblemente, fueron depositados en un estado seco, como un cadáver momificado.

Desecado

Significa que los cuerpos pueden haber sido secados primero. La deshidratación no solo mantiene unidas algunas partes del cuerpo que de otro modo serían débiles, sino que también hace que el cuerpo sea más flexible. De hecho, cuanto menos tejido blando haya, mayor será el rango de movimiento. Por lo tanto, los investigadores sugieren que sus observaciones pueden ser el resultado de un "proceso de momificación supervisado y natural". Una vez completado el proceso, el cuerpo también era más fácil de transportar (habría sido considerablemente más ligero que un cadáver fresco, por ejemplo). Además, la persona era enterrada de esta manera conservando su aspecto y su integridad anatómica.

En definitiva, el estudio demuestra que los cuerpos ya estaban momificados en Europa hace unos 8.000 años. Y eso significa que los europeos lo hacían mucho antes de lo que se pensaba. El estudio también aporta nuevos conocimientos sobre los rituales funerarios de las comunidades mesolíticas. Probablemente, consideraban importante tratar el cuerpo de un difunto con cuidado y velarlo de forma que se preservara y protegiera el cuerpo, según principios regulados culturalmente.

Artículo Anterior Artículo Siguiente

Formulario de contacto