Por primera vez, casi toda la nieve de las olimpiadas de invierno es falsa

Debido al cambio climático actual, la nieve real es cada vez más rara. Por ello, cientos de cañones de nieve están haciendo horas extras en Pekín.

Hoy es el día, llegó el momento: el inicio de los Juegos Olímpicos de Invierno en la capital china, Pekín. Cerca de 3.000 atletas participarán en los Juegos. Pero no son del todo despreocupados. Debido al cambio climático, ahora hay mucha menos nieve en las pistas chinas, por lo que se necesitan cientos de cañones de nieve para convertir las pistas en blancas. Y eso pone en riesgo muchos deportes.

Nieve falsa

Por el momento, apenas hay precipitaciones en las montañas chinas. Esto significa que los Juegos de Invierno de este año, por primera vez, dependerán casi por completo de la nieve falsa. Aunque se ha utilizado nieve artificial en los Juegos anteriores, la escala nunca ha sido tan grande como ahora. Se necesitan 130 generadores de nieve con ventilador y 300 cañones de nieve para crear 1,2 millones de metros cúbicos de nieve, escriben los investigadores en un informe. Y eso requiere agua y energía.

Agua y energía

Según los investigadores, se calcula que se necesitan unos 186 millones de litros de agua para que te hagas una idea (eso son 74 piscinas olímpicas llenas) para fabricar suficiente nieve. "Para que todo funcione, los organizadores del evento deben tener acceso a un gran suministro de agua y poder alimentar todo el equipo", afirma el investigador Tim Kellison. "E incluso entonces, se necesitan condiciones meteorológicas favorables para mantener toda la nieve artificial en condiciones óptimas: al fin y al cabo, hasta la nieve falsa se derrite".

Sostenible

Aunque el objetivo previsto era mantener la sostenibilidad de los Juegos de Invierno de Pekín, parece que esa idea ha quedado descartada. Los Juegos no solo consumen mucha energía y agua, sino que se necesitan muchos productos químicos para evitar que la nieve falsa se derrita. Y esos productos químicos también son malos para el medioambiente.

Peligroso

Pero no solo los conservacionistas están descontentos con los acontecimientos. Las grandes cantidades de nieve falsa también pueden suponer un peligro para los atletas que participan en los Juegos. Crea una superficie imprevisible y potencialmente peligrosa para muchos atletas. "Si un superpipe se forma solo con nieve falsa, el tubo puede convertirse en hielo sólido", advierte la esquiadora de estilo libre escocesa Laura Donaldson. "Esto es peligroso para los atletas, algunos incluso han muerto".

Aumento de las lesiones

El esquiador canadiense de estilo libre Philippe Marquis también habla de los "aterradores cambios en el paisaje y los glaciares" que ha visto en los últimos años. Describe el aumento de los problemas psicológicos entre los deportistas de nieve y las lesiones causadas por la falta de práctica en la nieve. "Eso lleva a una presión adicional para rendir cuando hay una oportunidad", dice. "Las condiciones son definitivamente más peligrosas que las que hemos visto antes. Los atletas sienten el impulso de superar sus límites incluso cuando las condiciones no son óptimas". Además, la biatleta checa Jessica Jislová también expresa su preocupación por la continua tendencia a la inestabilidad del clima invernal y la correspondiente disminución de la cantidad de nieve. "Los cambios meteorológicos extremos pueden ser realmente peligrosos para los deportistas", subraya.

El futuro de los deportes de invierno

El mensaje es, pues, claro: el calentamiento provocado por el hombre amenaza el futuro de los deportes de invierno. También reduce el número de lugares climáticamente adecuados para los Juegos Olímpicos de Invierno. Por ello, los investigadores del informe recomiendan que los comités de planificación olímpica tengan en cuenta las consideraciones medioambientales y la sostenibilidad a la hora de elegir las futuras sedes de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de Invierno. "Pekín 2022 no es un caso único de problemas de falta de nieve: es un problema recurrente en las zonas de montaña de todo el mundo", dijo Kellison. "Nuestro objetivo no es, por tanto, nombrar y avergonzar a Pekín, sino que queríamos mostrar los retos y, con suerte, iniciar una conversación sobre cómo los eventos deportivos pueden adaptarse a un clima cambiante".

El equipo sugiere que se investiguen más a fondo los efectos de la nieve falsa y los entornos óptimos para el entrenamiento y la competición en los deportes de invierno. "Esperamos que el cambio climático no haga más que aumentar la dependencia de la nieve artificial", afirma Kellison. "Por eso es importante entender mejor cómo podemos hacerlo de forma más eficiente y de manera que se reduzca el impacto medioambiental. Además, es necesario garantizar la seguridad de quienes se encuentran en la nieve, ya sea en las pistas por primera vez o bajando a toda velocidad por una montaña durante una competición olímpica".

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