Elizabeth Blackwell: La primera mujer médico de Estados Unidos


La Dra. Elizabeth Blackwell fue la primera mujer en recibir el título de médico en una escuela de medicina estadounidense en 1849.

Nacida en Inglaterra en 1821, Elizabeth Blackwell fue educada por un tutor privado hasta que su familia se trasladó a Estados Unidos en 1832. A los dieciséis años, Elizabeth trabajó como maestra para ayudar a mantener a su familia tras la muerte de su padre. Durante este periodo, impulsada por el sufrimiento de una amiga moribunda y por sus lecturas privadas de medicina, Elizabeth decidió hacerse médico.

Elizabeth Blackwell se presentó a numerosas escuelas de medicina, pero todas la rechazaron por ser mujer. Sin embargo, cuando su solicitud llegó al Geneva Medical College de Ginebra, Nueva York, la administración pidió a los estudiantes que decidieran si la admitían o no. Los estudiantes, creyendo al parecer que se trataba solo de una broma, aprobaron su admisión. Estudió con ahínco y soportó las burlas y mezquindades de los demás estudiantes y de la gente de la ciudad universitaria para graduarse como primera de su clase en enero de 1849.

Una de las cosas que hizo después de recibir su título de médico fue viajar a París y luego a Londres, donde conoció a Florence Nightingale y se hizo amiga de ella para estudiar más sobre medicina. Al negársele un puesto en los hospitales estadounidenses tras su regreso, Elizabeth tuvo que comprar una casa en la que empezar a ejercer y comenzó a atender a mujeres y niños en su casa, e incluso abrió un dispensario. Más tarde, se le unieron su hermana Emily, recién licenciada en medicina, y otra mujer médico. Varios médicos de renombre apoyaron su enfermería como médicos consultores.

En 1868, los Blackwell crearon una facultad de medicina para mujeres y, al año siguiente, Elizabeth dejó a Emily a cargo de la enfermería y la facultad y regresó a Inglaterra para abrir la Facultad de Medicina para Mujeres en colaboración con Florence Nightingale.

Elizabeth Blackwell falleció en mayo de 1910, después de haberse hecho un nombre como la primera mujer médico de América.

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